Ride y Wild Nothing en Chile: La dulce armonía del ruido
10 Aniversario Club Fauna. Teatro Teletón, 30 de abril 2019.

Por Rodrigo Guzmán.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

Si bien el rock & roll ha cedido espacio en la esfera más mainstream del panorama musical a nivel global, existen algunos subgéneros del mismo que han logrado mantenerse a flote gracias a su sonido particular y a su fiel fanaticada. Tal es el caso del rock independiente, alternativo, indie rock o como quiera llamarse. Sin perjuicio de lo que está jabonosa etiqueta busque nominar, los conjuntos que cultivan dicho estilo se han mantenido produciendo álbumes con distintas cuotas de recepción tanto a nivel de crítica como de público. Los viudos de la década de los noventa conocen a la perfección estos sonidos, casi tan bien como conocen a un conjunto a estas alturas ya de culto, pues Ride vino a presentarse en territorio nacional junto a Wild Nothing, en el marco del décimo aniversario del Club Fauna en el Teatro Teletón. 



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Tal como lo dicta la costumbre, el encargado de abrir la velada fue un conjunto nacional, responsabilidad que en esta ocasión recayó en The Ganjas. La agrupación nacional es bastante conocida a estas alturas por la mayoría del público que disfruta de los sonidos más ácidos y espaciales que el cancionero nacional puede ofrecer. La presentación de los nacionales transitó por material clásico y algo más reciente, iniciándose a las 20:15 con un clásico: «Black Siren» fue el primer corte que al ritmo del dub saturó de inmediato toda estructura capaz de vibrar. Tras esto, se sucedió «Mind rain», «Frozen Borderline» junto a un solo rabioso y cargadisimo de distorsión, «Sonic Redemption» y «Dancehall», entre otras. La breve presentación que The Ganjas proporcionó estuvo menos ligada a la psicodelia que a un salvaje shoe gaze, cuyo principal recurso se materializó en en el ruidismo y la implacable distorsión que despedían las cuerdas de Pablo Giadach y Sam M., particularmente, capaces de cortar vidrio a punta de solo y riff. 



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Luego de esto, vino la puesta en escena de Wild Nothing, que a las 21:26 encendió sus primeros fuegos. Todo empezó con “Nocturne”, que en cosa de instantes puso en movimiento a todo el Teatro Teletón, repletado de un momento a otro. Con una mezcla que hibridó elementos de dance, dream pop, shoe gaze, garage y algo de psicodelia, Wild Nothing brindó un espectáculo adecuado para una audiencia con gustos refinados y algo cándidos. Este fue el caso de “Golden Haze”, cuya rítmica ligeramente dance, junto a las figuras arpegiadas en la guitarra de Jack Tatum y una melodía vocal nostálgica y tímbricamente discreta, terminaron confirmando el sonido de esta subdivisión del rock, a la que, urge decirlo, cuesta un tanto encontrarle dicha veta rock. A caballo entre una estética que recordó a Weezer y una actitud desenfadada, deudora del grunge y el garage rock, la presentación de Wild Nothing terminó cristalizando su propuesta indie.

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Un momento destacable en la presentación de los estadounidenses fue “Partners in Motion”. Acompañado del cálido sonido del saxo, se dejó oír el tema más electrónico de la noche, cuya interpretación llevó el baile a una audiencia cada vez más expectante tras el paso de Ride por Chile. Por otro lado el siguiente corte, “Bend”, proporcionó un halo bastante más ligado a cierto sonido atmosférico y algo más psicodélico. Esto supuso un leve contrapunto con el resto de las canciones mostradas por los Wild Nothing gracias a un sonido tan sintético como relajado.

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Tras la presentación de Wild Nothing, se dio paso al plato fuerte de la noche. El conjunto de Andy Bell hizo su aparición a eso de las 23:00 hrs. para comenzar a dar fin a los shows en vivo de la jornada ante un Teatro Teletón repleto. De este modo, el primer corte en ser interpretado fue “Future Love”, que desató la contenida euforia del público. Bajo un mix de guitarras saturadas de efectos y melodías pegajosas, Ride trazó de inmediato la singladura por la que transitaría su sonido a lo largo de su concierto. Luego de esto, vino “Lannoy Point” y la ruidosísima y notable interpretación de “Seagull”. Cabe destacar el excelente trabajo de Laurence Colbert en batería, que a punta de fills y breaks proporcionó la base rítmica, e incluso espiritual, de Ride.

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Luego se dio paso al contraste con “Dreams Burn Down”, balada dulce y saturada que logró armonizar el sonido más cándido con el más puro ruido que Bell y compañía pudieron proporcionar. “Twisterella”, “Chrome waves”, “Drive Blind” y “Chelsea Girl” fueron parte del setlist de los británicos, que transitaron a la perfección entre la melodía y el caos.

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A modo de cierre, cabe destacar la masividad de una audiencia que disfrutó tranquilamente de un evento que desde hace diez años busca dar nicho y espacio a sonidos no necesariamente mainstream, pero que no olvidan ni por un minuto el espíritu pop. De este modo, Ride y Wild Nothing presentaron un show correcto, a la altura de lo que se espera de las corrientes más independientes de la línea del rock & roll.

Setlist Wild Nothing:
Nocturne
Wheel of Misfortune
Golden Haze
Live in Dreams
Partners In Motion
Bend
Summer Holiday
Shallow Water
Canyon on Fire
Paradise
Letting Go
Chinatown
A Dancing Shell
Shadow

Setlist Ride:
Future Love
Lannoy Point
Seagull
Dreams Burn Down
Twisterella
Charm Assault
In a Different Place
Chrome Waves
Taste
Vapour Trail
Drive Blind
Kill Switch
Leave Them All Behind
Polar Bear
Chelsea Girl

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