14 de octubre 2025.
Por Carlos Barahona.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
Hay algo épico en la travesía de los héroes del animé: el momento en que un espíritu obstinado decide enfrentarse al mundo, armado solo con voluntad y rabia. Son Gokū, Kenshin Himura, Shinji Ikari, Eren Jaeger —todos ellos hijos del dolor, de la pérdida, de la necesidad de elevarse más allá del caos. En esa tradición, pero con guitarras como katanas eléctricas y bases rítmicas como terremotos y tsunamis, Rise of the Northstar (ROTNS) hizo su debut en Chile el 14 de octubre, en una Sala Metrónomo completamente desbordada, donde cada cuerpo era un personaje más de este animé hecho carne y metal.
Sin rodeos ni preámbulos, desde los primeros segundos de “Nekketsu”, el dojo quedó encendido. El término japonés significa “sangre caliente” o “espíritu ardiente”, y no hay título más certero para iniciar la ceremonia. El riff inicial rugió como el despertar de un shōnen, con el público gritando en sincronía y los circle pits abriéndose como si fueran portales a otra dimensión. Vithia, vestido con la estética característica del grupo —mezcla de bosozoku y street fighter—, asumió el papel de maestro de batalla, arengando a una audiencia que respondió con furia y devoción.
“Welcame (Furyo State of Mind)”, himno de su primer disco, fue la declaración de principios: ser furyo —rebelde, fuera del sistema— no como una pose, sino como un código de honor. Las guitarras cruzadas de Eva-B y Air One dibujaban un muro sónico que recordaba al groove metal de los 2000, pero con el acento y el ritmo callejero del París suburbano. El público, convertido en ejército, levantó los puños al unísono, coreando el estribillo con la ferocidad de quien defiende su propio clan.
Con “Crank It Up”, el mosh alcanzó otra velocidad. El bajo de Fabien “Fabe” marcó un groove denso y bailable, como si los breakdowns tuvieran alma funk. En todo momento la banda hizo suyo el espacio: los músicos avanzaban al filo del escenario, incitando al caos, mientras una ola de cuerpos saltaba en sincronía. El sonido, afilado y preciso, evocaba los días de gloria del aggro metal de Korn o Ill Niño, pero con un filtro de estética japonesa futurista.
“Here Comes the Boom” fue, literalmente, una explosión. El coro —un llamado a la violencia ritual y liberadora— generó uno de los circle pits más grandes de la noche. Las luces estroboscópicas acompañaban cada golpe de batería como si fueran impactos de energía en una pelea de Dragon Ball Z. Entre saltos y empujones, el público encarnó ese caos bello del mosh: una danza de destrucción y comunión.
El interludio emocional vino con “One Love”, una declaración sobre la hermandad entre culturas, generaciones y estilos: la nueva y la vieja escuela. Los franceses bajaron un poco las revoluciones para dejar fluir la conexión espiritual, esa que hermana a los fans del metal con los del hip-hop y el animé. Fue un momento de respiro, de comunión entre desconocidos, abrazos en medio del sudor, y sonrisas compartidas antes del siguiente impacto. “Showdown” marcó el regreso a la batalla. La canción, con su estructura de confrontación, funcionó como el clímax narrativo de un episodio final de temporada. Los riffs eran espadas chocando, los gritos de Vithia eran órdenes de ataque. La sala entera vibraba al unísono, en una sincronía que hacía pensar más en una coreografía bélica que en un concierto.
Desde allí, “Neo Paris” extendió el puente imaginario entre el mundo real y la ficción. El grupo transformó la Metrónomo en una ciudad futurista, con luces frías y texturas sonoras que evocaban el City Pop y el anime cyberpunk —como si Evangelion se cruzara con Akira y Ghost in the Shell: de Neo Paris to Neo Santiago, fundiendo a las dos ciudades en una sola urbe sonora. La sorpresa de la noche fue el cover de “Back 2 Basics”, tema de LANDMVRKS, banda hermana del metalcore marsellés. La interpretación fue un gesto de respeto, pero también una relectura: ROTNS lo llevó a su territorio, agregando swing callejero y matices de hardcore clásico. El público respondió con euforia; era como si los franceses dijeran “este también es nuestro clan”.
“Bosozoku”, dedicada a las pandillas motorizadas japonesas, fue una ráfaga de velocidad. El bajo rugía como un motor, y la batería de Phantom marcaba el pulso de una persecución sin fin. Cada golpe sonaba a neumático derrapando sobre asfalto, mientras las guitarras replicaban el sonido del viento cortando la noche. Uno de los momentos más celebrados llegó con “Demonstrating My Saiya Style”, auténtico himno generacional de la banda. Aquí el público perdió toda contención: saltos, empujones, stage diving, una energía colectiva que desbordaba incluso a los músicos. Vithia arengó a los presentes con gestos de combate, y por un instante todos fueron guerreros Saiyajin elevando su “ki”, sus “cosmos” al máximo. “A.I.R Max” trajo de regreso el aire callejero: un ritmo quebrado, casi hip-hopero, que sirvió para recuperar el aliento antes del último golpe. Luego vino “Samurai Spirit”, donde la banda consolidó su mensaje central: la disciplina y el orgullo como armas de resistencia. Cada palabra de Vithia sonaba como una enseñanza zen envuelta en distorsión.
El cierre con “Rise” y “Again and Again” fue un acto de renacimiento. “We rise, again and again”, gritaban todos, en un coro catártico que mezclaba idiomas y emociones. Era el final perfecto para una noche donde los franceses no solo debutaban en Chile, sino que marcaban territorio con sangre, sudor y respeto. Cuando las luces finalmente se apagaron, el eco de los gritos aún flotaba. Los fans, fervorosos, danzantes, salieron pletóricos a seguir apoderándose de la selva de cemento. Participaron en un ritual donde el metal, el animé y la cultura urbana se fundieron en una misma alma.
Rise of the Northstar llegó como un grupo extranjero, pero se fue como un clan adoptado por el público chileno, ese que entiende que la música —como el espíritu guerrero de los shōnen— solo se honra luchando hasta el final.
Setlist:
Nekketsu
Welcame (Furyo State of Mind)
Crank It Up
Here Comes the Boom
One Love
Showdown
Neo Paris
Back 2 Basics (LANDMVRKS cover)
Bosozoku
Demonstrating My Saiya Style
A.I.R Max
Samurai Spirit
Rise
Again and Again