Por Carlos Urquieta.

¿Se habrán imaginado los integrantes de Slowdive que, luego de salir silenciosamente por la puerta de atrás meses después de la publicación de su tercer larga duración, se encontrarían dos décadas después encabezando festivales alrededor del mundo, incluso en lugares tan lejanos como nuestro propio país? Difícil. Lo de Slowdive no sólo ha sido una simple reunión de banda, sino también una reivindicación a un trabajo largamente rechazado o ignorado en su momento, en un prestigio que no ha hecho más que crecer y solidificarse desde su disolución a mediados de la década de los 90.

Ante este panorama, la banda publica su primer material original en 22 años, el homónimo Slowdive. En ocho canciones, los británicos vuelven a un sonido familiar aunque más poderoso, mucho más cargado a la fuerza de las guitarras que a la atmósferas sonoras, siendo este de hecho el disco más “ruidoso” en su discografía.

Producido por Neil Halstead, guitarrista, vocalista, y principal compositor de la banda, el disco navega por aguas diversas, paseándose de una u otra forma por sus tres discos anteriores. Abriendo con la maravillosa y aplastante “Slomo” (donde cada instrumento va apareciendo silenciosamente hasta completarse con la ya clásica dualidad de voces de Halstead con Rachel Goswell), el disco luego va fluctuando entre la explosión sonora y una mayor introversión, destacando la genial “Sugar for the Pill”.

“No Longer Making Time” es sin duda de lo más interesante del disco, con un sonido mucho más fresco, a ratos apartándose de una etiqueta shoegazing y coqueteando más con rasgos más indie. “Falling Ashes”, la encargada de cerrar, tiene una simpleza que recuerda inmediatamente a “Dagger” del disco Souvlaki, y que a pesar de alcanzar los ocho minutos de duración, nunca aburre.

Más en sintonía con su elogiado Souvlaki, que con su (hasta hace poco) último disco, el experimental y minimalista Pygmalion, Slowdive (el disco) muestra a una banda en confianza con su registro, y totalmente enterada de su legado musical. Halstead y compañía saben el valor y riesgo de lanzar un disco nuevo luego de 22 años y no se atemorizan ante la presión. Si bien algunas veces se siente una familiaridad en el sonido, la banda tampoco teme en empujar hacia horizontes frescos que permitan categorizar a este regreso discográfico no como un refrito, sino como un valorable añadido a su ya impecable catálogo.

Si bien Slowdive no es el mejor disco de la banda, tampoco necesita serlo. Es más bien una clara muestra de la buena salud de la que goza el conjunto, de su vigencia, y esperemos, de todo lo que se viene. En ese sentido, es prácticamente un retorno perfecto: pasado, presente y futuro conjugados en una misma placa.

Tracklist:
Slomo
Star Roving
Don’t Know Why
Sugar for the Pill
Everyone Knows
No Longer Making Time
Go Get It
Falling Ashes