SonarSound Santiago 2015: lo mejor de la electrónica mundial aterrizó en Santiago.
5 de diciembre 2015.
Hangares de Suricato.

Por Melissa Salgado.

Ayer aterrizó en los Hangares Suricato del ex aeropuerto Cerrillos SónarSound, el festival de música y tecnología que nació a mediados de los noventas en Barcelona y que ha llevado a diversas ciudades del mundo –entre ellas Estocolmo, Copenhague, Buenos Aires, Nueva York, Tokio, Toronto y Lisboa- el concepto de música + tecnología.

El evento estuvo organizado en tres escenarios musicales y un hangar Sonar +D dedicado a workshops, charlas y presentaciones que giraron en torno a la innovación y la tecnología. Durante toda la tarde fue posible interactuar con instalaciones sonoras y visuales de destacados artistas internacionales, y al mismo tiempo disfrutar de lo mejor de la electrónica mundial.

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Si bien las primeras horas de la tarde el flujo de asistentes en los escenarios fue escaso, a medida que bajó el sol el público se apostó a la espera de los más consolidados exponentes de la escena electrónica. Ese fue el caso de los Gorgon City que, anunciados como uno de los grupos en vivo, tuvieron complicaciones técnicas que les impidieron desplegar todo el drum`n bass que los caracteriza. Pese a lo improvisado del show y que su presentación, por ende, no estuvo a la altura de uno de los platos fuertes, el público se movió entusiastamente.

Con la presentación de los chilenos Daniel Klauser y Matías Rivera se calentaron los motores para que Hot Chip se reencontrara con Chile, después de dos años de su paso por Lollapalooza. Abrieron con “One life stand”, provocando que inmediatamente el público despertara, para entrar en un trance que duraría por cerca de una hora.

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Lo interesante de los británicos es el uso de múltiples instrumentos por lo que, a pesar de su esencia electro pop, resultan ser un espectáculo tremendamente entretenido en vivo: guitarras, baterías, teclados y percusiones hacen del show una demostración de la maestría del quinteto, quien por estos días presenta su recién estrenado sexto álbum “Why make sense”.

Alexis Taylor y Joe Gobbard se mostraron tremendamente cómodos, disfrutando de la entrega que fue un perfecto mix de lo nuevo y su arsenal de clásicos, como la pegajosa “Ready for the floor”, “Flutes” y “I fell better”, que provocaron la euforia de los cerca de trece mil asistentes, que se amontonaban a esa hora de la noche en el Heineken SonarClub.

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Dj Tennis tuvo la misión de entretener a un público que esperaba con ansias el gran plato de fondo: The Chemical Brothers. El dúo ícono de la electrónica mundial apareció pasada la media noche, haciendo gala de un show de luces e imágenes que complementaron durante toda su presentación de manera perfectamente armónica los sonidos británicos.

Casi como anunciando lo que sería su paso por el SonarSound, iniciaron con “Hey boy, hey girl”, esta especie de himno de la música electrónica, que marcó la electrónica de fines de los noventa y que hizo bailar a los miles de asistentes. Describir el show resulta un tanto redundante. Perfectamente podríamos resumirlo en una palabra: contundente. La perfecta mezcla entre clásicos y las canciones de su último álbum desataron una fiesta que nadie quería que acabara. Una presentación simplemente alucinante, que por medio de imágenes hipnotizantes y sonidos, no podrían dejar indiferente a nadie. Tom Rowlands y Ed Simons se lucieron en las tornamesas, cerrando un show impecable con “Block rockin`beats”. Una muestra de solidez en su máxima expresión.

Ya finalizando la noche, y con el peso que significa presentarse después de los monstruos de la electrónica que son los Chemical Brothers, salieron al escenario a hacer lo suyo Brodinski y los alemanes Modeselektor, quienes terminaron de hacer bailar a los asistentes que, a esa hora y pese al frio, resistieron incólumes una jornada épica de música electrónica, tecnología e innovación. Al parecer, SonarSound llegó para quedarse.