15 de agosto 2023.
Por Paulo Domic.
Fotografías por Javier Martínez.
Pasaron 363 días desde que Genetics tocó por última vez en Santiago. Pero este regreso de anoche fue sin duda diferente y estelar, puesto que ahora los argentinos, posiblemente uno de los mejores tributos a Genesis en el mundo, esta vez llegaron junto al mismísimo Steve Hackett como parte de una irresistible oferta que tuvo tanta demanda, que necesitó de dos fechas para satisfacer a los fanáticos chilenos de estos titanes del rock progresivo. El Teatro Coliseo acogió esta memorable velada musical, en la cual se presentó de principio a fin el disco Seconds Out, un clásico registro en vivo de los ingleses que este 2023 cumple 46 años desde su lanzamiento.
Si bien su estadía en Genesis fue corta, la llegada de Steve Hackett a la banda fue una de las claves que llevaría al quinteto un peldaño más arriba hacia la cima del rock progresivo británico. Junto a él, también ingresó Phill Collins como baterista. Sí, el mismo calvo de “In The Air Tonight” y “Sussudio” que en los ochenta y noventa se volvió una estrella planetaria. El nuevo par de miembros se unió al ya impresionante talento de Peter Gabriel en la voz, Tony Banks en teclados y Mike Rutherford en bajo para cerrar un círculo que entregó al mundo cuatro trabajos que plasmaron profundas huellas en el art rock. Cuando Gabriel decidió irse en 1975, algo que para muchos opinantes de la época era un golpe fatal al grupo, Collins tomó el micrófono y, transformados en cuarteto, continuaron cosechando éxitos. Dos fueron los discos que editaron bajo ese formato y, terminada la gira del segundo, el guitarrista decidió dejarlos en búsqueda de una autonomía que ya sentía necesaria desde hace un par de años atrás.
Seconds Out se lanzó en 1977, como un doble álbum en vivo que compiló los mejores momentos de los cuatros conciertos que ofreció Genesis en el Palais des Sports de París, entre el 11 y el 14 de junio de ese mismo año. Poco después de editado, se anunció el alejamiento de Hackett, quien desde ahí y hasta nuestros días, se ha enfocado en su carrera solista pero siempre debiendo echar mano a su material setentero para acrecentar el gancho comercial de sus presentaciones, y para también mantener el legado de esos años a los que Genesis no le hizo muchos guiños, menos aún cuando con sus exitosos discos de los años ochenta se transformaron en estrellas mundiales, también ayudados por la enorme fama que paralelamente estaba consiguiendo Collins como solista. Así es como Steve en todas estas décadas ha participado con muchísimos músicos y es en este contexto que se une con Genetics para hacer esta gira sudamericana para conmemorar a este clásico registro que finalmente se transformó en el mejor resumen en directo de lo que fue su aporte en el grupo.
Los argentinos, por su parte, llegaron a Chile por quinta vez. Sus integrantes son Daniel Rawsi, batería, percusión y voces; Claudio Lafalce, bajos, guitarras, pedalera de bajos y voces; Leo Fernández, guitarras, bajo, pedalera de bajos y voces; Horacio Pozzo, teclados y guitarras, y Tomás Price en voz, flauta y percusión. Este último es chileno, quien hace ya cinco años los acompaña y se ha transformado en un miembro fundamental de la banda. Es importante mencionar que la unión de ellos con Hackett ya se había dado anteriormente aquí en Sudamérica, llegando a grabar incluso material audiovisual oficial de esos conciertos en Argentina.
No hubo teloneros. Puntualmente, a las 20:30 comenzó esta mágica sinfonía con la misma canción que abrió su primer disco solista de 1975, Voyage of the Acolyte: “Ace of Wands”. Sorpresa total, considerando que esperábamos entrar de lleno en el álbum que conceptualizaba la velada. Luego de ese impacto inicial, bajaron las revoluciones con “Spectral Mornings”, corte que da título a su álbum de 1979, un clásico de su catálogo en solitario. Y se cerró esta trilogía inicial con otra de su disco debut, “Shadow of the Hierophant”, una épica de 11 minutos donde además invitaron a un segundo baterista, que transporta a través de distintos momentos y matices. Y por supuesto, nadie se quejó. Porque esas tres canciones realmente son emocionantes y una caricia para los oídos.
La maravillosamente deliciosa entrada abrió paso al plato de fondo que, no podía ser de otra forma, abrió con “Squonk” y generó la inmediata emoción del público. Luego siguió la emocionante “The Carpet Crawlers”, que sumió al auditorio en un sepulcral silencio que respetó la solemnidad de su suave melodía, para solo interrumpirla cuando era momento de cantar el coro. La verdad era que a esas alturas nos tenían a todos viajando en las alas de esas canciones inmortales.
Genetics y Hackett evidenciaron el por qué de su unión, interpretando cada nota con esa clase que se necesita para honrar el tamaño de los clásicos que ejecutaron. Cada músico estaba compenetrado totalmente con su instrumento y al servicio del todo. Algo que es tan habitual y a veces criticado del progresivo, al que muchos acusan de carencia de alma. No pueden estar más errados. Esta manifestación del rock busca llenar los sentidos a través de otras sensaciones para las cuales no se necesita moverse por todo el escenario, hacer caras o agitar la cabeza. El vehículo en el que se viaja es simplemente la música, tal como se vive una travesía al presenciar un espectáculo de música docta. Lo cual tampoco quiere decir que los ejecutantes anoche hayan estado totalmente inmóviles, para nada. Hackett, a sus 73 años, se le ve en muy buena forma y siempre de buen humor, compartiendo de feliz con sus acompañantes y todos muy dichosos de estar viviendo ese momento especial ante el público que llenó el Coliseo.
“Firth of Fifth”, “Supper’s Ready”, “The Cinema Show”, “Dance on a Volcano” y finalmente, “Los Endos” pasaron por nuestros ojos y oídos llenándonos de esa grandiosa magia que sólo puede entregar una figura legendaria del progresivo como Steve Hackett. Un titán que a través de más de 50 años ha sido un maestro del estilo e influencia directa de miles de músicos a lo largo y ancho del orbe. Pero había más, y terminaron la noche con “The Lamb Lies Down on Broadway”, “Fly on a Windshield” y “Broadway Melody of 1974”, poniendo fin a casi dos horas y media de goce musical que fue ovacionado por el auditorio.
Impecable primera noche de Steve Hackett y Genetics en Chile. No cabe duda que la segunda será igual de perfecta. Profesionales de tomo y lomo que enaltecieron como se debe la historia escrita con mayúsculas de una banda tan trascendental como Genesis. Una institución progresiva que no cualquiera puede tributar a este nivel. Sin embargo, ese legado aquí, está en las mejores manos. Y no deja de enorgullecer que parte de sus guardianes sean latinoamericanos y uno de ellos, un chileno. Más de dos horas y veinte minutos de pura emoción que hasta ahora, se perfila como uno de los eventos progresivos más importantes de lo que lleva este año.
Setlist:
Ace of Wands
Spectral Mornings
Shadow of the Hierophant
Squonk
The Carpet Crawlers
Robbery, Assault and Battery
Afterglow
Firth of Fifth
I Know What I Like (In Your Wardrobe)
The Musical Box
Supper’s Ready
The Cinema Show
Aisle of Plenty
Dance on a Volcano
Los Endos
The Lamb Lies Down on Broadway
Fly on a Windshield
Broadway Melody of 1974
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