Por Felipe Tapia.

Cómo Talar un Alerce es un proyecto con composiciones de José Antonio Mena, desarrolladas junto a Camilo Artigas en la producción y con la participación de varios artistas colaboradores como: Lucas Harcha, Cristian Bravo, Rodrigo Campo, Pascual Cortés, Raimundo Santander, Alfonso Vergara, Sofía Vaisman. Entre ellos, los 4 primeros conforman junto a Mena un conjunto estable, y los últimos 3 fueron músicos invitados a las sesiones de grabación del disco.

José Antonio Mena estudió sociología, pero hace unos años que colgó los botines de las ciencias sociales para dedicarse a la música. Actualmente, hace clases particulares de guitarra y charango, a la vez que impulsa el proyecto Como Talar un Alerce. También es fundador de la banda de rock alternativo Don Gavino y ha compuesto música para las producciones audiovisuales Ambiciones Mediocres (2017) y Poder Volver (2015). Por último, participa en el colectivo Bicirelatos, plataforma virtual que recopila y difunde relatos e historias relacionadas con la cultura de la bicicleta.

Mena o “Ruso” para los amigos, ha participado anteriormente en agrupaciones musicales como Don Gavino y ,en esta ocasión, presenta su disco y proyecto homónimo: Como Talar un Alerce. No se asuste señor don ecologista, que los bosques chilenos no están en peligro. Bueno, sí lo están, pero no por culpa del cantautor. Resulta que el proyecto es tan promotor de la deforestación irresponsable como “Moby Dick” de la caza de ballenas.

Este disco y la música que entrega es, como el nombre aleatorio que tiene, algo simple que no necesita explicación o quebraderos de cabeza. Muchos pueden creer que el título es provocador u ofensivo, o incluso bucólico y pastoril, pero al final, el autor no da explicaciones a nadie y solo lo bautiza así porque le apetece, para que cada uno saque la lectura que le guste. En esa misma lógica, la música de estos ocho temas que componen el álbum es solo música, sin discurso o compromiso ideológico,

“Quiero bañarme en ese río” es una composición espontánea y experimental que subraya la razón de ser del disco: música por la música, sin discurso, ni pretensiones o una letra provocativa. Es volver a la raíz primitiva de la música como una expresión corporal y visceral, sacudiéndose la imperiosa y molesta necesidad de tener que tener una razón o punto de vista para producir sonidos agradables al organismo. Contradictoriamente, “Matar al asador” recupera la técnica y el virtuosismo de quien se está aferrando a un estilo determinado para casi colocarse una etiqueta. O sea, el autor está diciendo: “Puedo improvisar y al mismo tiempo componer. Un músico no tiene que ser necesariamente una cosa o la otra”.

“Crepitar” y “Los viejos” sugieren una posible influencia del estilo de autores como Elliot Smith, y se acercan más a la instrumentalidad y franqueza del primer tema. En cambio, “Panama Pepers” retorna a lo más sofisticado, con un sonido algo indie en la onda “Yo la Tengo”, “Devendra Banhart” o “Stereolab”.

El tema que le da título al proyecto y disco, Cómo Talar un Alerce, transmite una conexión física con la naturaleza física, el instrumento es solo un artefacto que produce sonidos si lo rasgas o tañes. La experiencia musical – como intérprete y como oyente- deja de ser extracorporal y abandona toda idea, sentimentalismo para ser una función corporal como comer o ir al baño, nada más. La música es lo que le pasa a tu cuerpo cuando interpretas o escuchas, ya no un discurso, una idea o un sentimiento sublime. Como la naturaleza, como los árboles simplemente es. En el salvaje bosque no tienen cabida limitaciones morales, normas de cortesía o pensamientos correctos e incorrectos. Talar un alerce, matar un animal, destruir la naturaleza, solo son malos si dejas que tu cabeza se contamine con racionalidades urbanas, pero los animales, plantas y las fuerzas del cosmos no saben de bien y mal. Por eso este tema da nombre al disco y proyecto. Es música, que solo es porque es, como la naturaleza o el alerce.

Luego viene el chasconeo. “Últimos días en casa” experimenta, juega, simplemente se lanza a la piscina a hacer música porque sí, mezclando todo y pasando de la calma más sublime a una psicodelia tipo “Mr. Bungle” o “Frank Zappa”. Este tema denota la versatilidad y apertura de un proyecto que no busca encasillarse o limitarse, sino simplemente crear, experimentar y tocar. Por ese motivo, “Canción de cuna para Miguel Krassnoff” es justo lo que el título promete: una tonada apacible, somnolienta, que te mece de un lado a otro, pero que está hecha para uno de los personajes más oscuros de nuestra época más oscuras. Sin militancia política ni mensaje didáctico al estilo de muchos autores que hacen clases de religión en sus canciones, este tema también es solo un juego que no se toma a sí mismo muy en serio, y como tal debe ser disfrutado.

“Como Talar un Alerce” es un experimento que vale la pena escuadra, porque no intenta colgarse de un discurso o una etiqueta musical, ni llegar a un target o mercado específico como gran parte de los autores contemporáneos hacen. Es, simplemente, música hecha por un músico para gente a la que le guste escuchar música. Pero de la buena, sí po.

El disco está disponible para descarga en http://www.portaldisc.com/gratis.php?id=15730, pero también pueden visitar el canal de Youtube de la banda o en Spotify en el siguiente enlace https://open.spotify.com/album/6PpxSczSCSgWu68OKnWVFL