Por Rodolfo Galleguillos.
El grupo surcoreano de indie se ha hecho de una creciente fanaticada en menos de 10 años de trayectoria, confirmando una autenticidad que los ha catapultado al reconocimiento internacional por sobre varios de sus pares contemporáneos. Tocando múltiples tópicos contemporáneos y siempre girando en torno a la superación, el cuarteto aterriza nuevamente en Chile después de un exitoso paso por el Lollapalooza 2023.
El grupo partió conformándose por mitad de la década del 2010 cuando Park Do-joon y Lee Tae-Gyeom se conocieron tocando música en las calles de Seoul, capital de Corea del Sur. Para el año 2017 ya se habían integrado además Lee Ha-joon y Kim Woo-Sung, terminando la formación completa e iniciando su recorrido incursando en el soft rock y en el pop alternativo. Su single “Sorry” llamó la atención inmediatamente desde su lanzamiento, captando la atención de la crítica especializada como de los ya instalados fanáticos de la producción y cultura coreana.
Durante sus primeros años participaron en varios concursos de televisión coreana y en eventos masivos que fueron incrementando su popularidad, aunque su trayectoria se vio levemente detenida debido a una demanda llevada a cabo con su antigua productora, además del ingreso al servicio militar de alguno de sus integrantes a inicios del 2020.
Posteriormente volvieron con su primer larga duración bajo el brazo titulado Heal del 2022, y luego siguió Dual el 2023, el que los llevó por una gira internacional que los hizo pasar por Sudamérica, y culminaron tocando por primera vez en el festival Coachella, todo un logro para una carrera que aun sigue en ascenso. El vocalista Woo-Sung llegó a colaborar con un integrante de BTS y el fallecido músico Ryuichi Sakamoto, además de haber debutado como actor de voz en una serie animada titulada Jentry Chau vs the Underworld, volviéndose de a poco en un referente dentro de la cultura popular coreana juvenil.
En la actualidad están girando para promocionar su último Ep WRLD, del presente año y que los hará detenerse en el Teatro Caupolicán este 10 de agosto. El Ep es un viaje minimalista que busca seguir entregando un refugio a sus oyentes, en donde los instrumentos y arreglos pasan a un plano más secundario con la finalidad de darle protagonismo a las voces, que buscan narrar desde la intimidad una experiencia introspectiva sobre la esperanza y la contemplación.
Sin duda uno de los imperdibles que se viene en la próxima semana, y cuya visita seguirá ofreciendo una innegable conexión del público chileno por aquellas propuestas que buscan enlazar vínculos auténticos desde distintos rincones del mundo.