19 de marzo 2025.

Por Sebastián Allende.
Fotografías por Javier Martínez.

Entre los sidehows que nos presenta el festival Lollapalooza Chile 2025, este miércoles 19 de marzo, en el Club Subterráneo, fuimos testigos del reencuentro con el rock and roll de los trasandinos de Turf. La banda formada por Joaquín Levinton, Fernando Caloia, Leandro Lopatín, Nicolás Ottavianelli y Carlos “Tody” Tapia llegó a nuestro país tras más de 7 años de su último show, para actuar en el Club Chocolate como previa de lo que será su presentación de este domingo 23 en Parque Cerrillos.

Para comenzar con los sonidos en la noche de miércoles, se presentó Cristóbal Briceño, quien acompañado sólo de su guitarra eléctrica nos entregó una versión más íntima de parte de su trayectoria musical. Durante la noche sonaron “Simetría”, de Ases Falsos, “2022”, de Fother Muckers, “Ojitos de Marihuanera” y “Un Rubí Azul”, canciones que fueron coreadas por los presentes y que demostraron el apego que con estas letras siente el público en general. Como esta fue una sesión especial, Briceño nos mostró parte de su versatilidad interpretando algunos covers de canciones que forman parte del ADN latinoamericano: Sonarían “A Medio Vivir”, de Ricky Martin, “Esas mañanas”, de Jorge González, “Tal vez es amor”, inmortalizada por Chayanne y “Noa Noa”, de Juan Gabriel, para darle más color y entretención a un set que sirvió de preludio para el posterior embarque de los trasandinos.

Con un Club Subterráneo que ya tomaba forma, el escenario y la pasarela dispuesta dieron pie para que se instalaran Fernando Caloia en su batería, Nicolás Ottavianelli en los teclados, Carlos Tapia en el bajo y Leandro Lopatín a cargo de su guitarra, para partir la noche junto a las notas bailables de “Kurt Cobain”, que dio el espacio para que, tal como si fuera un felino, cayera en escena el rey de la noche, Joaquín Levinton. “No se Llama Amor” concetó con el público que ya se encontraba a la merced del vocalista, quien aprovechó el pasillo que extendía el escenario entre el público para moverse, saltar y motivar a todos, demostrando una gran personalidad escénica digna de esa escuela tan trasandina influenciada por Mick Jagger. “Disconocidos” nos siguió llevando a esa aula un tanto bailable que poseen las canciones de Turf y que muy bien supieron explorar en su quinto disco de estudio Odisea.

Posterior a esta entrega llegó el momento para que Joaquín se calzara su Gibson roja y, en una actitud bien rockera y furiosa, liderara a la banda en “Chicas malas” donde, una vez más, el frontman ruge y se muestra majestuoso paseándose con su guitarra y mostrando sus dotes con las seis cuerdas a los asistentes más cercanos a la pasarela, quienes desde su posición privilegiada aprovecharon de grabar, sacarse selfies e inmortalizar de cualquier forma la presencia del monstruo que se tomaba el escenario. “(Diario) Dejavu” y “Para Mí Para Vos” continuaron la comunión sonora que disfrutamos en el Subterráneo, mientras que desde el público se comenzaron a corear en modo barrial los “¡Dale, dale, dale, dale Turf!”. La presencia eclipsadora de Levinton fue innegable y la disposición del escenario, con pasarela incluida, también ayudó a esa sensación, sumada a que en esta presentación nos deslumbró vestido con una chaqueta de cuero roja con flecos y unos lentes de sol grandes que no pasaron desapercibos para nadie y que aumentaron su estampa de rockstar, la que por sí sola ya daba mucho de qué hablar y fue tema de goce y conversación entre los presentes.

La noche siguió y en “Casanova” y “Cuatro Personalidades” vimos a un Levinton molesto por los constantes problemas con su micrófono, temática que si bien no incomodaba a los presentes, sí influyó en la perfomance del líder del quinteto quien, después de “Malas Decisiones” (en donde subió a una fan a cantar en el escenario, acompañándolo en el coro), nos pidió un poco de paciencia para que los encargados del sonido arreglaran los problemas de audio y se solucionara el “quilombo” con su micrófono. Tras ese leve corte la banda volvió con todo para entregar una suave “Magia Blanca”, donde pidieron al público prender las linternas de sus celulares para acompañar los suaves compases.

Con “Lamento Boliviano” el recinto se transformó en un karaoke con la reinterpretación furiosa que hizo la agrupación de este clásico del cancionero latinoamericano que dio pie a uno (sino el más) de los grandes momentos de la velada: “Pasos al Costado”, que tras dos comienzos en falso, sonó pomposa, potente, furiosa, digna de ser coreada e incluso de que se armara un pogo, en momentos en que la pasarela desapareció a pedido del líder de la noche, para tener así a la gente más cerca y poder lanzarse sobre ellos como un animal que no quiere devorar a sus presas, sino que agradece los momentos compartidos con sus pares.

“Loco un Poco” sonaría con el Subterráneo ya inmerso en una fiesta y diversión con el vocalista instalado arriba del escenario, casi colgado de las vigas, animando el pogo y el descontrol, para que así la banda se bajara entre aplausos y volviera para el bis con los presentes, quienes como si fuera una introducción de lo último que sonaría cantaran a todo pulmón “…yo soy así, nací para cantar y ser feliz…” para que se volvieran a conectar los instrumentos y rugieran sonoramente con “Yo no me quiero casar, ¿y usted?”, dando un cierre perfecto para una noche en donde el espíritu del rock quedó más expuesto que nunca en donde la gente se enloquece y disfruta a más no dar guiados por un verdadero rockstar.

Setlist Turf:
Kurt Cobain
No se llama amor
Disconocidos
Chicas malas
(Diario) dejavu
Para mí para vos
Casanova
Cuatro personalidades
Malas decisiones
Magia blanca
Todo x nada
Lamento Boliviano
Pasos al costado
Loco un poco
Yo no me quiero casar, ¿y usted?

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