El próximo 1 y 2 de octubre, la gran artista brasileña Marisa Monte volverá a Chile. Considerada la reina de la música brasilera de los últimos 20 años, la también multiinstrumentista nuevamente aterriza en Chile, acompañada de potente banda, en el contexto de gira por Europa y América para repasar sus grandes éxitos en paralelo a la promoción de “Portas”, duodécima placa lanzada el año pasado luego de 10 años sin estreno discográfico.

Con más de 30 años de trayectoria, 15 millones de discos vendidos y cuatro Grammy Latinos, entre otros galardones, Marisa Monte (1967) –integrante además del grupo Tribalistas- desplegará con este nuevo trabajo, de letras optimistas, samba, pop, además de soul, para nuevamente patentar su música del mundo: una sonoridad experimental plagada de cautivadores matices para un público siempre intergeneracional.

Les invitamos a repasar las respuestas que nos dio en exclusiva para Parlante.cl

Durante 2022 regresaste a los escenarios luego de los peores momentos de la pandemia. ¿Cómo te has vuelto a sentir frente a tu audiencia?

Ha sido emocionante volver a los shows y reunirme con tantos amigos, fans y público para celebrar la vida a través de la música. Es una sensación maravillosa que mezcla el alivio con el anhelo. Era inaudito para mí estar tanto tiempo sin cantar en vivo.

 Tu último disco, Portas, se grabó en plena pandemia. ¿Cómo afectó esa situación al proceso?

Fue un gran desafío encontrarnos y grabar durante la pandemia. Optamos por un método de producción mixto, alternando grabaciones en vivo en Río con grabaciones remotas en Lisboa, Madrid, Barcelona, ​​New York y Los Ángeles. Para mi sorpresa, la tecnología ha hecho posible que experimentemos con formas de relación que no hubiéramos probado de no ser por la necesidad, y funcionó muy bien. En ese sentido, la conectividad digital del mundo contemporáneo fue liberadora en ese momento crítico. Portas terminó siendo un disco que hice con más colaboraciones internacionales, en más ciudades diferentes, sin salir de Río y sin perder la calidez ni el espíritu colectivo.

Portas apareció en 2021, diez años después de vuestro anterior disco. ¿Por qué te tomaste tanto tiempo entre ambos trabajos?

Cuando terminó la última gira, hice un disco en vivo y un DVD. Luego hice una serie de proyectos colaborativos con varios artistas interesantes, en un diálogo que me gusta mucho, pero que no encuentro tiempo para hacer durante mis giras. Hice el proyecto Samba Noize en el BAM de Nueva York, una gira nacional con Paulinho da Viola, un disco inédito y una gira internacional y un disco en vivo con los Tribalistas. Ya tenía un repertorio listo y estaba listo para entrar al estudio cuando vino la pandemia. Después de esta fase de colaboraciones, supe que era hora de volver a mí mismo y echaba de menos mi expresión en solitario. Fue un tiempo y un proceso natural.

 ¿Qué te inspiró a escribir la música y la letra de Portas? ¿Querías enviar un mensaje especial?

 “Puertas” tiene muchos significados: transformación, paso, elección, cambio, apertura, cierre, oportunidades, opciones. Pueden ser externos o internos. Internamente se abren las puertas al pensamiento y la imaginación donde todo se puede pensar y sentir. El arte es un gran catalizador para abrir el mundo de interés superior.

Este año se cumplen 20 años del primer disco de Tribalistas, junto a Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown. ¿Estás planeando alguna celebración?

Somos tres artistas con carreras independientes y no vemos a Tribalistas como un grupo sino como un proyecto colectivo. Hicimos el primer disco en 2001 y seguimos juntos amigos y socios. Nunca paramos con nuestra relación. Hicimos un segundo álbum de nuestro proyecto en 2018 y seguimos siendo tres artistas que se unieron para hacer realidad esta idea sin vernos nunca como grupo.

 A lo largo del tiempo has contado con la colaboración de muchos grandes artistas en tus canciones. ¿Hay algún sueño musical que aún tengas pendiente?

Nunca me imaginé cantando con tantos ídolos y gente a la que admiro, colaborando con tantos artistas fantásticos. Prefiero no imaginar nada y dejar que el destino me sorprenda.

 ¿Cómo ha sido para ti desenvolverte en un ambiente musical compuesto mayoritariamente por hombres?

Aún hoy trabajo con equipos en su mayoría compuestos por hombres, músicos, técnicos, compañeros de camino. Pero he tenido el privilegio de trabajar con hombres evolucionados, sensibles, amables e inteligentes.

¿Cómo percibes el papel de la mujer hoy en día en la música popular de tu país?

 Veo mujeres cada vez más creativas, poniendo su sensibilidad al servicio de la composición, su pensamiento y su alma en conexión con el arte. Sigue siendo un medio muy masculino donde las excepciones siempre han sido las voces femeninas que obviamente no pueden ser sustituidas por voces masculinas. La presencia de las mujeres en la música y la forma en que hacen música está evolucionando como en cualquier otro lugar de la sociedad. Todavía es muy difícil, las dificultades de género son enormes, la maternidad y las responsabilidades femeninas hacia las futuras ciudadanas son desiguales, sin embargo, agradezco ser una mujer contemporánea. Y poder construir mi trayectoria con autonomía y libertad.

Aunque no estamos tan lejos, solo has venido a Chile una vez, en 2015. ¿Qué recuerdos tienes de esa visita?

Ya había estado en Chile, cuando era adolescente, siempre quise volver. Cuando fui a cantar por primera vez, pude confirmar mi primera impresión de un lugar con una naturaleza exuberante, la cordillera soberana, flores, colores y un público cálido. Demasiado feliz de estar de vuelta ahora.

 Ahora vuelves el próximo octubre para actuar durante dos días. ¿Qué expectativas tienes de esos shows y qué puede esperar tu público chileno de ese reencuentro?

 El show contará con canciones de todas las etapas de mi carrera, desde viejas canciones del primer disco hasta las nuevas canciones de Portas, una banda impecable con Dadi (bajo, teclados y guitarra), Davi Moraes (guitarras), Pupillo (batería), Pretinho da Serrinha (percusión, cavaquinho y voz), Chico Brown (teclados, guitarra, bajo y voz), Antonio Neves (trombón, adaptaciones y arreglos de metales), Eduardo Santanna (trompeta y fliscorno) y Lessa (flauta y saxo). La dirección de arte dialoga con las canciones y potencia la comunicación con el público a través de imágenes y efectos visuales.

 ¿Hay planes musicales para después de la gira en la que estás ahora?

 Todavía tengo mucho camino por delante, muchos espectáculos y una agenda completa. Cuando termine, seguramente haré nuevos planes, pero por ahora sigo con la cabeza y el corazón en esta gira.

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