Foo Fighters en Lollapalooza Chile 2022: Cierre triunfal de una noche tan esperada
Parque Bicentenario Cerrilos, 18 de marzo 2022.

Por Paulo Domic.
Fotografías por Lotus Producciones

Una década después de su debut en Chile en el Lollapalooza de 2012, la banda de Dave Grohl regresó al festival. Un reencuentro emotivo con su público chileno, después de seis largos años en que hemos pasado por tantas cosas. Una catarsis de rock repleta de himnos y clásicos de este sexteto de Seattle, que coronó en espléndida forma la intensa e inolvidable primera jornada de Lollapalooza Chile 2022.

Para ser una banda con más de 27 años de trayectoria, son pocas las veces que Foo Fighters nos ha visitado. De hecho, sólo una vez han venido solos a dar su show. Fue en enero de 2015, en un recordado concierto que se realizó en la Pista Atlética del Estadio Nacional y que congregó a unas 20 mil personas. Por ello siempre es significativo que nos visiten, ya que pese a que han venido varias veces a Brasil, pocas han bajado más al sur hacia Chile y Argentina.

Dave Grohl, su líder supremo, es el todopoderoso talento que ha sido el motor principal de la banda. Y su liderazgo es tan positivo, que son pocos los cambios de alineación que han tenido a través de su historia. De ser el único baterista de Nirvana, luego del suicidio de Kurt Cobain, y con una cantidad importante de canciones que ya tenía compuestas pero que no se atrevía a proponer para Nirvana, no tardó mucho en consolidar su proyecto y brillar con colores propios en Estados Unidos y Europa. Se ganó un espacio no solo con su banda, sino con otros proyectos y hasta en apariciones en películas documentales de culto. No cabe duda que es una celebridad del rock mundial, muy querido y respetado por sus colegas, y su aporte a la cultura rockera va mucho más allá de los Foo Fighters.

Luego de finalizado el show de Martin Garrix, las luces del escenario VTR se encendieron para mostrar la entrada de Dave Grohl, que visiblemente emocionado no daba crédito de la cantidad enorme de gente frente a la cual se presentaría esa noche. Y es que de las 75 mil personas que congregó el primer día de Lollapalooza, no menos de 40 mil estaban paradas frente a él para verlo en acción. Al son del teclado, comienza a cantar a capella, pero acompañado de todas esas miles de voces, “Times Like These”, canción con ya 20 años que es un clásico. La locura se desató en forma instantánea cuando entró el resto de la banda.

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Y que después de esa apertura viniera “The Pretender”, terminó por encender totalmente el ambiente. Su desenfreno contagió a la masiva audiencia, que coreó entusiasta cada palabra. Una versión bastante extendida, como tantas de la noche que no se limitaron a ser interpretaciones de manual de lo que registraron en sus discos, sino que dieron rienda suelta a largos momentos musicales en que Grohl interactúa con el público y los domina como el experto maestro de ceremonias que es.

Más que un show de rock, Foo Fighters es una maquinaria muy bien aceitada de entretención. Grohl adora retroalimentarse del público, sentirlos, arengarlos, azuzarlos para que se prenden en llamas y vivan en sus conciertos una experiencia inolvidable. Porque si le sumamos el carisma de todos, el show aparte del baterista Taylor Hawkins y las tres coristas que les acompañan en escena, tenemos mucho más que una banda haciendo sonar sus guitarras. Todo ayudado por el hecho de que prácticamente son los mismos músicos tocando juntos por más de 20 años, lo que les da una compenetración única. Lo pasan muy bien ahí arriba y eso se contagia a todos quienes ven sus espectáculos.

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Hablando del show aparte del carismático baterista, un momento destacadísimo y muy especial del show fue cuando intercambió roles con Dave, quien se fue a sentar detrás de la batería, y se puso al frente del micrófono para hacer un cover de “Somebody To Love” de Queen. La cantó de forma impecable, brillantemente apoyado por las coristas. Un celebrado homenaje a una de las bandas de rock más importantes de la historia, el público lo disfrutó muchísimo y no se guardó voz para acompañar a los Foo Fighters en ese recuerdo al gran Freddie Mercury.

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Perry Farrell, creador de Lollapalooza, y que lamentablemente no pudo presentarse con su banda Jane’s Addiction por problemas con el COVID 19, fue invitado a subir por Dave Grohl al escenario. Recordó esa primera vez que asistió como público al primer Lollapalooza de 1991, junto a su amigo Kurt Cobain, donde se dio cuenta inmediatamente que no sería un festival más y que ahí se estaba fraguando una revolución musical. Así fue, treinta años después vemos que es un acontecimiento dondequiera que ocurre y sigue más vigente que nunca. Junto a él interpretaron un cover de Jane’s Addiction, “Been Caught Stealing” y fue un momento muy especial y destacado del show, en que el invitado hizo gala de conservar muy bien su particular voz.

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En la recta final, luego de esta aparición estelar, llegaron las dos últimas canciones de la noche: “Monkey Wrench” y “Everlong”, que más que clásicos, ya son himnos del rock. Canciones que este año cumplen 25 años de vida, parte de esa placa fundamental llamada The Colour And The Shape, lanzada en 1997. Cerraron así más de 2 horas de rock desenfrenado y apasionado. 20 canciones que pasaron muy rápido y que pese al cansancio de la larga jornada, igual dejó a sus fanáticos con hambre de más. Pero ya no había tiempo y este fin de semana recién estaba comenzando. Los Foo Fighters entregaron un espectáculo impecable e intenso que puso una firma de plata a un día lleno de emociones distintas en este regreso a Lollapalooza después de dos años y en un nuevo recinto.

Setlist:
Times Like These
The Pretender
Learn to Fly
No Son of Mine
The Sky Is a Neighborhood
Shame Shame
Breakout
My Hero
These Days
Walk
Guitar Solo / My Generation / Keyboard Solo / Gonna Make You Sweat / Blitzkrieg Bop
Somebody to Love (Queen cover)
All My Life
Run
Wheels
This Is a Call
Best of You
Been Caught Stealing (Jane’s Addiction cover) (with Perry Farrell)
Monkey Wrench
Everlong