Guns N’ Roses en Estadio Nacional: La rebeldía no se transa
5 de Octubre 2022.

Por Paulo Domic.
Fotografías por Katarina Benzova.

El rock en su más amplia expresión pudo escucharse en la cita rockera de ayer, encabezada por Guns N’ Roses y precedida de las actuaciones previas de Molotov y Frank’s White Canvas. El concierto repletó nuevamente el Estadio Nacional, que en las dos últimas semanas ha enfrentado grandes desafíos con los conciertos de Coldplay y Daddy Yankee. Esta vez, por fin volvió a tener al viejo rock remeciendo sus remozados cimientos, tal como pasó en esa jornada de 1989 en que Rod Stewart dio el primer recital internacional masivo que se hiciera en nuestro país luego del apagón cultural de la dictadura.

La primavera y su veleidad puso a las nubes y al sol dándose codazos en el cielo para turnarse el protagonismo durante la fresca tarde ñuñoina, ventilada con una fría brisa que acompañó todo el evento. ¡Había que ir abrigado! Afortunadamente, la música prometía calentar el ambiente de una cita largamente esperada y que convocó a un público muy heterogéneo y transversal alrededor de una banda icónica del rock de la segunda mitad de la década de los ochenta.

Guns N’ Roses regresó luego de cinco años. La última vez fue en el festival Santiago Rock City, realizado en el Estadio Monumental. No debía pasar tanto tiempo, estaban anunciados como una de las cabezas de cartel para Lollapalooza 2020, pero como sabemos, el mundo giró de otra manera y la pandemia hizo que se cancelara el evento. La deuda se salda finalmente este 2022, para alegría de sus fanáticos. Es la sexta oportunidad pisando estas tierras, pero la tercera en esta última etapa de reunión. La mítica y caótica visita en 1992, cuando estaban en la cima del mundo, es un recuerdo, bueno y malo, imborrable para muchos. Luego, a inicios de la década pasada cuando Axl Rose tenía todo el liderazgo y la propiedad del nombre, por supuesto que le fue bien, pero no era lo mismo sin pilares como Slash y Duff. Las dos visitas anteriores, el 2016 y 2017, los traía de vuelta como ahora, con esa alineación inmortal que todos quieren ver y que desde que se reunió ha sido un espectáculo muy exitoso en todo el mundo.

Cuando se anunció a Molotov como invitado al concierto de hoy, no fueron pocos los comentarios manifestando extrañeza. Claramente no son una banda del mismo palo que los Guns, pero los mexicanos tienen una carrera de 25 años desde que lanzaron su clásico disco ¿Dónde Jugarán las Niñas?, que hasta la fecha sigue siendo controversial tanto por su portada, como por su canción “Puto”, temas por los que habitualmente deben de explicaciones frente a los medios. Y en los últimos días, también se conoció una polémica en que se vieron envueltos junto a los chilenos de Los Miserables. Así que, sin duda alguna, su presencia en el escenario de este concierto no ha pasado inadvertida. “No hay mala publicidad”, dicen por ahí.

Frank ‘s White Canvas, quienes ganaron el Premio Pulsar 2021 al Mejor Artista Rock fruto de su espectacular álbum debut, My Life, My Canvas, llegó a este oportunidad en el mejor momento de su joven carrera. Este 2022 ya abrieron para Kiss en Movistar Arena y tuvieron su show más grande como número principal en un Club Chocolate repleto. El dúo conformado por Karin Aguilera en guitarra y voz, y Pancha Torés en batería, son artistas en ascenso que han sabido cuidar muy bien cada detalle y cada paso que han dado. Un trabajo arduo que comienza a rendir frutos y que por el momento no parece tener techo. Tremendas invitadas que, poco antes de las 18:30, comenzaron a presentarse en el escenario del Nacional.

Ambas mostraron una gran solidez en vivo, cimentada en el frenético e impecable ritmo de la percusión y la voz todopoderosa de Karin, que llena todos los espacios. En 30 minutos, el dúo interpretó seis canciones de lo mejor de su repertorio. Sus seguidores presentes las despidieron con una gran ovación luego del cierre con su éxito “Sleep, Work, Eat”, que coronó una actuación redonda, emotiva y poderosa. Un testimonio indiscutible de la calidad y profesionalismo de este dúo que pone la vara muy alta para ellas mismas y para otros que quieran seguir sus pasos. Una chance que aprovecharon muy bien ya que mucha gente que no las conocía se llevaron una grata sorpresa ayer.

 

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Molotov puso toda su potencia en una hora de presentación que, al contrario de lo que muchos comentaban por redes sociales, no recibió ningún tipo de reacción negativa. Al contrario, sus canciones más conocidas fueron bastante bienvenidas y disfrutadas por el público presente. Los mexicanos montaron un show entretenido, condimentado por el constante intercambio de instrumentos de sus integrantes, especialmente El Randy, norteamericano nacionalizado azteca y que pasó por tres roles distintos, tocando batería, cantando y tocando guitarra.

Su mezcla de rock con rap y metal son un cocktail bastante poderoso y su energía en el escenario fue muy contagiosa. Con mucho placer se vio a la gente participar en sus canciones más conocidas como “Gimme tha Power” y “Puto”, llevándose generosos aplausos por parte de un público al que hicieron saltar mucho. Más allá de todas las dudas que podría generar su inclusión en el evento, los norteamericanos ofrecieron un espectáculo intenso y atractivo, demostrando el oficio que han acumulado en un cuarto de siglo y que han sabido poner un par de himnos en el imaginario colectivo latinoamericano, más allá de cuánto pueden gustar.

 

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A las 21:00 salen Axl, Slash y el resto de la pandilla salen a demolerlo todo inmediatamente con “It’s So Easy”. La primera explosión que sacudió a los entumidos asistentes a la fresca noche de octubre. Las pantallas y sus proyecciones multicolores brillaban intensamente con una altísima definición que sumaron muchísimo para complementar la intensidad musical que ofreció Guns N’ Roses. Otro clásico, “Mr Brownstone”, siguió en el repertorio, haciendo aumentar la energía y la alegría colectiva. Pero después de ella, vinieron “Chinese Democracy” y “Slither”, esta última una canción de Velvet Revolver, banda de Slash, que apagaron un poco el fuego inicial. Claro, porque son parte de una discografía mucho más underground y que el gran público no conoce bien. Sin embargo, llegó después “Welcome to the Jungle” como primer ganar himno de la noche a rescatar el show y a hacer saltar a todo el estadio.

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El momento en que Duff McKagan cantó “Attitude” de The Misfits trajo todo el punk al escenario. Con su polera de Lemmy Killmister, se mostró como uno de los más cercanos a la audiencia. Mucho más que Axl y Slash, que poco y nada interactuaron. De hecho, Axl prácticamente no habla entre canción y canción. Ambos tienen una actitud similar a la de hace 30 años, lo cual es respetable, pero que estaba mejor contextualizada en esos jóvenes rebeldes y llenos de energía que estaban conquistando el mundo, literalmente. Ahora, conspira contra la conexión total con ellos y la música, generando cierta distancia que probablemente explica esos valles de intensidad que ocurren en las canciones nuevas, las menos conocidas y en los largos solos de Slash.

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Fueron en total tres horas de música. Un repertorio que fue un deleite para sus más fanáticos. Algo más cansador para los que querían ir a cantar los himnos y que llevaron a toda la familia a esa fiesta. Guns N’ Roses ha evolucionado, sin duda alguna, y Slash ha llevado a la banda hacia terrenos instrumentales que antes no tenía, muy en la onda del hard rock clásico de los setenta que se daba licencias musicales para tener a las audiencias hipnotizadas por 10 minutos con pasajes instrumentales y progresiones blueseras. Pero tal vez no fue lo que esa masa que repletó el Nacional fue a buscar. Ahora bien, el sonido, las luces, las pantallas y por supuesto, la decena de canciones indiscutiblemente clásicas que tocaron, fueron absolutamente disfrutadas y emocionaron a todos. Musicalmente es un espectáculo intachable en el que incluso la más desgastada voz de Axl sigue siendo funcional. Pero tiene varios bajones de intensidad que generan una desconexión de la gran mayoría por amplios momentos.

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El bis fue especialmente intenso para terminar la jornada ahí, en lo alto, con una tripleta final con “Patience”, “Don’t Cry” y “Paradise City”. El karaoke se desató y fue un cierre victorioso para una larga jornada de música que tuvo en escena a tres bandas distintas, pero todas cultoras del rock. Una fría noche que se abrigó al ritmo de un estilo que sigue llenando coliseos importantes como el Nacional y que además convocó a distintas generaciones y familias completas alrededor de la música, lo cual siempre es un logro.

 

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Pero por supuesto, cada uno tiene distintos puntos de vista. Para muchos, esta fue una noche redonda en que se les dio todo el gusto. Para nosotros, un buen concierto de rock por parte de una leyenda del género, que probablemente no quedará en la lista de las citas memorables, pero que en ningún caso podríamos etiquetar bajo algún adjetivo menoscabador. Guns N’ Roses está más vivo que nunca y continúan siendo una de las bandas más importantes del viejo y querido rock. Y al final del día, ellos siempre fueron rebeldes y han hecho lo que les da la gana. Eso, no lo transan.

Setlist Frank’s White Canvas:
Hiding Away
Wake Up
Let It Go
Easy to Forget
Nobody Come
Sleep, Work, Eat

Setlist Molotov:
Dance and Dense Denso
Amateur
Chinga tu madre
Lagunas metales
Pendejo
Here We Kum
Changüich a la chichona
Gimme tha Power
Frijolero
Molotov Cocktail Party
Marciano II
Perro negro granjero
Mátate Teté
Puto

Setlist Guns N’ Roses:
It’s So Easy
Mr. Brownstone
Chinese Democracy
Slither (Velvet Revolver cover)
Welcome to the Jungle
Better
Reckless Life
Double Talkin’ Jive
Live and Let Die
Estranged
Shadow of Your Love
Rocket Queen
You Could Be Mine
Attitude(Misfits cover) (Duff on lead vocals)
Absurd
Hard Skool
Civil War
Sorry
Sweet Child o’ Mine
November Rain
Wichita Lineman
Knockin’ on Heaven’s Door
Nightrain

Encore:
Coma
Patience
Don’t Cry
Paradise City