Banda invitada: Saken.
9 de Abril 2024.

Por Rocío Belén.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

Megadeth, uno de los cuatro grandes del Thrash Metal, volvió para presentarse por décima tercera vez en nuestro país en una jornada pensada para los más fanáticos del género, trayendo su más reciente placa The Sick, The Dying… And The Dead!, publicada en 2022 tras un agresivo cáncer de garganta que afectó al cantante, líder y fundador Dave Mustaine en 2019, dando vida finalmente al Crush The World Tour, gira que trajó a los norteamericanos una vez más a Chile. La cita se concretó en las dependencias del Movistar Arena, en una jornada familiar, también plagada de energía y gratas sorpresas, con un sold-out que marca uno de los conciertos más esperados de este 2024.

Para comenzar, los nacionales Saken aparecen a partir de las 20 horas, repitiéndose el plato de lo que fue en 2016 su apertura para Megadeth en Teatro Caupolicán. El cuarteto chileno, formado por Carlos Quezada en la voz, Alvaro V Font en la guitarra, Rod Vel en el bajo y de manera excepcional, Rod Leiva en batería reemplazando a André Bravo, se presentó en el domo del Parque O’Higgins en lo que fue 30 minutos de una sólida presentación. Su paso por el escenario capitalino fue redondo, incluyendo más de una sorpresa, pues estrenaron parte de su nuevo trabajo con The Last One, próximo a publicarse durante este año, e incluso contando con la participación de Andreas «Heljarmadr» Vingbäck de Dark Funeral en “Nasty Gods”. Para los chilenos, no fue sólo tocar con una banda de calibre internacional y por segunda vez como Megadeth, esto significó presentarse en uno de los escenarios más importantes de nuestro país, frente a más de 10.000 personas, agregando un hito de alto impacto para una agrupación que ya lleva 3 décadas en el ruedo. Punto para Saken.

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La salida de los protagonistas estaba pactada para las 21 horas, subiendo el telón en punto para darle lugar a la banda de Vic Rattlehead. Comienzan los californianos con la placa que da nombre a su último lanzamiento, The Sick, The Dying… And The Dead!. Grande fue la sorpresa que vino después con “Skin o’ My Teeth”, canción que no tocaban desde 2018 en vivo. La banda, que recientemente comenzó su gira en Lima, Perú, no desató la locura hasta “Hangar 18”, que hizo saltar al Movistar Arena con total euforia por primera vez en la noche. El sonido desde un comienzo estuvo en top de línea, proyectando un ambiente sonoro apretado y contundente. La joya de Countdown to Extinction (1992) “Sweating Bullets” fue otro regalo para los más fanáticos del ángel caído del thrash metal, interpretada tras una breve introducción: “Esta canción la escribí sobre un examigo, y se trata de su esposa” dijo Mustaine para presentar la canción, desatando la locura inmediata.

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La icónica banda se mostró con toneladas de actitud sobre el escenario, destacando por ello más que por cuestiones musicales. El desplante de los músicos se redujo más bien a breves pero acertadas interacciones con el público y entre ellos mismos. Más que presentar un show brutalmente elaborado y coreografiado, esto hace que la puesta en escena de la agrupación radique más en lo orgánico que en lo técnico. Por su parte, el belga Dirk Verbeuren desde la batería despeña sus baquetas con danza y gracia, siempre atento a las señales que le entrega su público, aprovechando cada preciado segundo para hacer señas o pararse de su sillín y saludar a la audiencia. Al costado nos encontramos en el bajo con James LoMenzo, quien había sido parte de Megadeth años atrás y que actualmente regresó en reemplazo del ex bajista David Eleffson, expulsado por haberse visto involucrado en fuertes controversias el año 2021. Las cuerdas no están completas hasta hablar de las guitarras hermanas en la dupla Mustaine – Mäntysaari, que con todo el peso hacen juego a dúo entre riffs y brillantes solos, dejando brillar con alevosía los armónicos en la Ibanez del finlandés. Si es por hablar del jefe, Mr. Mustaine no sólo representa un ícono viviente del thrash metal, sino además, como sobreviviente de cáncer, es esperable que su energía y desplante no sea el mismo, sin embargo así a pesar de todo, el timbre de Dave no ha cambiado en lo más mínimo, si bien podemos escuchar tesituras características de una voz de avanzada edad, es sorprendente lo bien preservado que podemos escucharlo, entendiendo que los colores vocales de Megadeth no radican en el virtuosismo, si no en el timbre, es ese carraspeo coqueto que te susurra al oído el gusto mágico y que hace tan característico el sonido de la banda, siendo Mustaine mismo el encargado de mantenerlo y cuidarlo como si de un hijo se tratara, manteniéndose en forma y bien parado para los 62 años que tiene.

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Para continuar con el show, poco se pudo escuchar de “Trust”, puesto que los cánticos del público casi superaban los decibeles del refuerzo sonoro. “A Tout Le Monde” fue otro de los hits seleccionados pensados para los fans, escogido sólo como una introducción a lo que sería “Tornado Of Souls”, la favorita de muchos, sobre todo para los guitarristas que ven a Marty Friedman como una eminencia musical a seguir, siendo este solo uno de los desafíos más comunes y apreciados dentro de la comunidad musical. Es una de las gracias de Megadeth: los solos suenan dulces y brillantes, y los riffs suenan pesados y contundentes, equilibrando el sonido de forma magistral en lo que las guitarras respectan.

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Junto a la canción del millón de dólares coreamos “Megadeth, Megadeth, aguante Megadeth”, en lo que ya se convirtió en un desafío personal para la fanaticada chilena el apropiarse del cántico clásico que da vida a “Symphony of Destruction”, tras la eterna lucha con los hermanos trasandinos cada vez que el colorín pasa por estos lados, y es que entre Chile y Argentina cada año vemos esa competencia encubierta donde cada parte busca posicionarse como la mejor audiencia del planeta. La parrilla de luces no decepciona ni decae en ningún momento, dando algo de color y alma al escenario, que sólo mantuvo un telón de punto fijo tras los músicos, omitiendo toda la parafernalia que acostumbramos cuando se trata de eventos de alto calibre, porque ni una sola challa tiraron, y desde cancha el público agradecía al menos poder verlos en pantalla, pues ni siquiera plataformas usaron. Para cerrar la sección suena “We’ll be back” y salen los músicos de escena.

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Para cerrar la sección suena “We’ll Be Back”, una reverencia y salen los músicos de escena. El público chileno canta su clásico “Olé, olé, olé, Mustaine, Mustaine” mientras le pasan la bandera nacional. El cantante se pasea lado a lado con total relajo para recibir el cariño de su gente e introduce el cierre del show. Con el bombo y junto a un mar de aplausos suena el clásico “Peace Sells” ante un Movistar eufórico, mientras Vic Rattlehead hace su entrada campal para compartir escenario junto a la banda que le dio la vida. Entre cabeceos y saltos los más fanáticos cantan desalmados como si fuese la última oportunidad que tuvieran para ver a Megadeth en vivo, porque obviamente nunca se sabe, tanto así que al comenzar “Mechanix”, canción que no estaba originalmente en el setlist y que pertenece a la discografía de Metallica, quedó la grande. Entre mosh y saltos se enciende la bengala que tiñe de rojo el domo capitalino, y es que hasta una zapatilla salió volando en lo que fue uno de los momentos más apreciados por los fanáticos del pelirrojo más famoso del metal.

Una última patita y con elegancia interpretan “Holy Wars”, mostrando una vez más lo mucho que disfrutan pararse frente a un público que los ha amado durante toda una vida. Fueron 3 las generaciones que pudimos ver en esta jornada, abuelos, padres e hijos juntos en una velada potente y poderosa, en una noche donde podemos sentirnos privilegiados de tener a uno de los representantes más legendarios del género entregando niveles incalculables de energía en una fuente inagotable de destrucción. Sin lugar a duda sigue siendo uno de los shows más importantes de este año en lo que a Thrash Metal respecta, demostrándonos una vez más que el bullicio musical está lejos de pasar a la historia.

Setlist Saken:
Fuck & Roll
Ego
The Last One
Zyclon B
Nasty Gods
Less Than Zero

Setlist Megadeth:
The Sick, the Dying… And the Dead
Skin o’ My Teeth
Dystopia
Hangar 18
Sweating Bullets
This Was My Life
Angry Again
She Wolf
Trust
A Tout le Monde
Tornado of Souls
Symphony of Destruction
We’ll be Back
Peace Sells
The Mechanix
Holy Wars

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