Metronomy en Matucana 100: Un mismo ritmo
5 de Diciembre 2019.

Por Jaime Farfán.
Fotografías por Javier Martínez.

Seas bueno o malo para el baile, Metronomy es un conjunto que te llamará a la pista. Cargados de líneas de bajo que se inscriben a fuego en tus tímpanos, sintetizadores expansivos y letras sinceras, durante la noche de ayer, la banda liderada por Joseph Mount desplegó sus talentos en la explanada del Centro Cultural Matucana 100. Más maduros y reformados, estos ingenieros del ritmo desencadenaron una verdadera fiesta, en lo que fue un regreso a Chile por todo lo alto.

Es la promoción de Metronomy Forever, el nuevo álbum que salió hace pocos meses, el motivo que trae a estos ingleses de vuelta a Santiago. Una grabación que llega como una inyección de energía, electro-pop contante y sonante, a una trayectoria compuesta por un sexteto de placas. Todas construidas a pulso por Mount, en un proyecto que, en principios solista, ahora gira alrededor de cinco talentosos músicos. La formación clásica, y el recientemente incorporado Michael Lovett, quien armado de complejas ondas sintetizadas ha abierto nuevas dimensiones en el sonido de la banda.

Es que ha pasado tiempo desde el explosivo ascenso con The English Riviera, aquella cápsula de indietronica que formó parte fundamental del cancionero alternativo nacional, durante el 2011, a través de las ondas de la Radio Horizonte. Un disco que selló la fórmula con temas memorables, y abrió paso a lo que una modesta pero bien recibida presentación en Teatro Italia el año 2014.

En contraste, lo de ayer en Matucana 100 no tuvo nada de modesto. Desde que suben al escenario enfundados en impecable blanco, los ingleses brillan con otra luz y enfrentan el desafío que ha significado audiencias más crecientes, con un set dinámico de hits pegadizos, que desencadenaron el fervor del público partiendo con los amplios coros de «Lately». Y si con ese principio todavía faltaba alguien por convencer, la poderosa línea de bajo de Olugbenga Adelekan atacó implacable en «The Bay», hipnotizando los cuerpos en un ritmo que se fusionó perfecto a unos profundos “el que no salta es paco”.

En el fondo, el ambiente está cargado de incertidumbre, así como los pasos de ayer estaban cargados de revolución. Oníricas versiones de «Corinne» y «Whitsand Baby», y una íntima «Everything Goes My Way» de la mano de la baterista Anna Prior, fueron vehículo perfecto para una liberación de energía por parte de los asistentes tal, que a mitad del concierto, llevó a Joseph Mount a una consternación patente. El público chileno es reconocido por su garra, pero ahora se manifiesta particularmente encendido, con presentaciones donde se entremezclan los gritos, la pasión por la música y los cánticos por la justicia social. Pasión que el vocalista entiende más allá de las barreras idiomáticas, expresando el compromiso que tenían con este regreso a Chile, poco antes de cantar «I’m Aquarius».

Una fortuna por la cual, ante la fuerza infecciosa con la que tracks nuevos como «Salted Caramel Ice Cream» caen sobre la pista, hay que agradecer. Synths alocados, unos deliciosos riffs de guitarra y el emblemático güiro, integran una de las mejores canciones de Metronomy en años. El güiro regresó en «The Look», uno de los temas más reconocidos de la banda, que en una pausada versión complació un público que, para estas alturas, ya estaba cantando hasta las melodías de los instrumentos. Lo mismo pasó con varios cortes instrumentales, incluyendo la guerra de sintetizadores entre Lovett, y el histriónico tecladista Oscar Cash que manejaba las ondas (y el ambiente) con los movimientos de una mano.

En un corto par de horas, Metronomy demuestra amplia maestría y consolida su puesto entre los favoritos locales, levantando bien arriba una década de éxitos. Cortes antiguos como «Radio Ladio», sacan a relucir cuanto ha madurado un grupo que permanece en constante evolución, para hacer brotar los mejores colores sobre la pista de baile, sin perder la materia que los llevó a la fama. Es en el encore, cuando Mount y compañía vuelven al núcleo, demostrando al cierre, aunque las vestimentas y los tiempos son nuevos, siempre hay una conexión que se produce entre corazones danzando.

Setlist:
Wedding (Intro)
Lately
The bay
Wedding bells
Corinne
Whitsand Bay
Everything goes my way
Heartbreaker
Reservoir
Walking in the dark
Boy racers
Lying low
Old skool
Insecurity
On dancefloors
I’m Aquarius
End of you too
Salted caramel ice cream
The look
Love letters
Sex Emoji

Encore:
Upset my girlfriend
Radio Ladio

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