Muerdo en Teatro Caupolicán: Diez años volando alto por Latinoamérica
7 de mayo 2022.

Por Manuela Beltrán.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

Varias de las canciones de Muerdo fueron compuestas en Murcia, España, la localidad de donde es oriundo Pascual Cantero, y desde donde se describen paisajes y situaciones que, en un inicio probablemente parecían específicas de allá, pero cuyo contenido resultó ser tan profundo, que caló hondo en el territorio latinoamericano. Muerdo logró encontrar raíces comunes en lo humano y lo latino, en las luchas indígenas, en periplos espirituales y anhelos de libertad, hizo canción todos esos sentipensares y anoche en el Teatro Caupolicán, celebró diez años volando de ida y vuelta entre Latinoamérica y España llevando esos mensajes como trovador gitano.

Con un público fiel y enamorado de sus canciones, además de mucha niñez presente, con gran ovación y expectativa, comenzaron a tocar los músicos venidos de España y Argentina. Con trompeta, guitarra, bajo, teclado y percusiones abrieron con “Sendero de paso lento” y desde un inicio el cantante Muerdo se conectó con el público recitando poesía y jugando con las letras para que Santiago fuera el destino de aquellas canciones. “Luz natural”, fue el tema que siguió con todo su swing y alegría, y que entibió esa fría noche de sábado otoñal. “Échale limón” gritaba Pascual para elevar la energía y darle sabor a la interpretación que empezaba a agarrar vuelo, sobre todo con el son de la trompetista, la única mujer en el escenario.

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Siguió “Canto pal que está despierto” con su letra sentida, en la que el público gritaba su estribillo “Canto pa bien y pa mal” y que luego recitó “Canto por qué venceremos”, mensaje político conocido en Chile y que siempre está vigente. Ya entrado el concierto y enalteciendo las emociones de las luchas en la interpretación de sus canciones, Muerdo mencionó “Vamos tu y yo, hermana, a construir lo nuevo”, puño en alto en el tema “Claridad”. Y con la misma fuerza, acompañado del público fiel que se sabía prácticamente todas las letras de memoria, continuó la canción “No me quieras mal”.

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Junto al primer invitado, Vicente Cifuentes, interpretaron la clásica canción de Bahiano de Los Pericos, “Pupilas lejanas”, donde el español dejó ver la gran influencia que ha adquirido luego de largas estadías en Argentina. En “Tendré canciones”, Muerdo dialogó con el público que le coreaba todo, haciendo juegos vocales. Bailando hasta abajo en el escenario, golpeando el micrófono en el pecho cual latidos del corazón, el cantante ya estaba de fiesta muy conectado con la gente en el Caupolicán. “Cómo estáis, después nos vamos de carrete a tomarnos unas piscolas y unos terremotos” bromea en su acento Murciano, a lo que alguien del público le grita “¡Te amo!”, “Yo os amo también”, responde.

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Con bandera Mapuche en la espalda y reivindicando su lucha, Muerdo interpretó “Lejos de la ciudad”, una de las canciones cuya letra formó vínculo con más de una causa indígena y campesina, en contraste con la dura vida urbana subordinada a la desgracia civilizatoria. “El poder que se le ha quitado a los hombres y mujeres, se les devolverá”, declaró el cantante detrás del potente bombo legüero que sostenía fuerte la energía. Luego se desabrocha los botones de la camisa y queda expuesta una polera de Víctor Jara. Desde el público aprovechan para enviarle otra polera con el rostro de Salvador Allende que él lleva a su pecho. Una tercera polera vuela al escenario y al instante Pascual lee su leyenda “Queremos el derecho de vivir en paz”. Termina la canción diciendo “Queremos un mundo donde quepan muchos mundos”. El público responde gritando la consignas que exige hoy a la sociedad “Liberar a los presos por luchar”. La banda hace una pausa para dar espacio al clamor. “Estoy seguro que la semilla que hemos entregado a la conciencia libre, no podrá ser cegada definitivamente”. Termina aquella reflexión para seguir con el mensaje de celebración de diez años que convocó aquella noche. Con música cálida de fondo e introduciendo el siguiente tema, contó: «Que placer más grande estar de nuevo aquí hoy en el teatro Caupolicán, porque la primera vez que vine acá a Chile, lo recuerdo perfectamente, fue la Casa En El Aire, había diez personas, que seguramente seis o siete están aquí ahora, luego vino el Clan, luego el Nescafé y fuimos sumando gente, gente que no son números, gente que son personas que vibran con lo que tú haces, eso a mi me da fuerza para levantarme en la mañana y aguantar una gira de tres meses y cuando estoy aquí parado frente a ustedes, todo esto vale la pena”. A esas palabras emotivas siguió la canción de igual tinte, “Vas a encontrarte”.

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La energía estaba muy alta y la cercanía transmitida por Muerdo fue recíproca. Durante la canción “Llegué hasta ti”, una fan se subió al escenario y abrazó al español. Luego salió corriendo antes que un guardia siquiera fuera a buscarla. En “Invisible” recalcó “Fuerte la música para las mujeres valientes” y con aquel mismo ímpetu se lanzó al público, que lo paseó entre los brazos de la marea humana. Lograron devolverlo al escenario, mas no sin dificultad y una vez en pie bromeó “por cierto me falta la cartera”. La euforia se canalizó en baile con ritmos ska en “Canción de la carretera”.

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La bandera Mapuche se retoma durante “Semillas”, sin duda la canción con más celulares grabando y la más coreada por el emocionado público del Caupolicán que gritaba “Y lo que no me hace bien lo voy echando de mi”, “¿Pa dónde?” “¡Pa fuera!” respondía la gente. Y de aquel diálogo se agarró la banda para aprovechar de presentarse y para darle un giro salsero al ritmo de despedida, que a su vez se convirtió en un acto psicomágico para atraer buenas energías y sacar las malas. Con las manos arriba, bailando y cantando “Lo bueno pa acá, lo malo pa allá”, la banda se retiró por un momento del escenario.

Luego de la pausa, volvieron con la canción “Las Cuarenta”, un tango argentino con piano, guitarra y voz. Un agitanado y cantinezco encuentro entre Madrid y Buenos Aires, recitado sin micrófono casi, donde la letra argentina de 1937, se adaptó para Chile, “el paco me hizo callar”, decía.

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Ya para ir cerrando el concierto se retomaron las consignas, Muerdo se sacó la polera que llevaba y puso en su lugar la del rostro de Salvador Allende para “Yo pisaré las calles nuevamente”, canción del 2021 dedicada a las luchas chilenas históricas de ayer y hoy. Puño en alto, se repitió varias veces la letra “Me detendré a llorar por los ausentes”. Y se recordó a Camilo Catrillanca, Víctor Jara, Salvador Allende, también desde el público a Macarena Valdes. “Que sepamos transmutar ese despertar social en algo consciente, que sepamos dejar la rabia atrás y sepamos construir algo nuevo” terminó Muerdo con su empatía a la lucha local.

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El concierto culminó con la canción “A Volar” con la invitada chilena Sol del Río, quien entró como maga declarando “Tengo que consagrarte como mago transmutador de realidades. Te regalo estas alas” y enseguida le amarró un rebozo brillante en los hombros y como volando en el escenario, ambos cantantes cerraron la noche bailando. “La libertad es un estado de consciencia” expresó Sol, para complementar los hermosos mensajes que brindaron en este concierto. Como decantación energética y decante del concierto, Muerdo bajó hacia la cancha cantando a capella, chocando el micrófono en su pecho. Y en aquel palpitar se despidió de la gente con la cercanía que lo caracteriza repitiendo en rezo a viva voz: “Cantando, me han de enterrar. Vine a este mundo a cantar”. “Viva el amor. Viva la libertad, sigamos construyendo. Les quiero”, se despidió. Sin duda no será lejana la próxima vez que escuchemos en vivo a Muerdo, quien se nutre de luchas y enseñanzas latinoamericanas que obtiene de su periplo intercontinental, y que desde hace diez años logra encontrar raíces comunes, transmutarlas en forma de música y echarlas a volar.

Setlist:
Sendero de paso lento
Luz natural
Canto pal que está despierto
Claridad
No me quieras mal
Pupilas lejanas, con Vicente Cifuentes
Tendré canciones
Lejos de la ciudad
Vas a encontrarte
Llegué hasta tí
Invisible
La Canción de la carretera
Semillas

Encore:
Las Cuarenta (Tango)
Yo pisaré
A volar, con Sol del Río

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