A días de su estreno en Santiago, OVO de Cirque du Soleil agota todas sus funciones. Desde el 22 de agosto hasta el 1 de septiembre en Movistar Arena, 51 mil personas podrán disfrutar de este gran espectáculo visual, creado especialmente para coincidir con el 25 aniversario de la compañía, y el show recientemente celebró su décimo aniversario en la carretera, contando hasta la fecha más de 6 millones de espectadores en 137 ciudades.

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OVO es un ecosistema rebosante de vida. Los insectos trabajan, juegan, pelean y buscan el amor en un derroche continuo de energía y movimiento. Su hogar es un mundo de biodiversidad, hermosura, acción bulliciosa y momentos de tranquila emoción. Los insectos quedan anonadados y sienten una curiosidad intensa cuando aparece entre ellos un huevo misterioso que representa el enigma y los ciclos de sus vidas. Con un mensaje acerca de la tolerancia y el respeto, grandes y deslumbrantes acrobacias inéditas, alegría y humor, OVO es una aventura tan conmovedora como impactante para disfrutar en familia.

La música fue escrita por otro brasileño, Berna Ceppas. Como sería de esperar, su trabajo también remite a sonidos latinos, con la bossa nova y la samba como grandes factores, que a su vez se combinan con el funk y la electrónica. Como la mayoría de los shows del Cirque Du Soleil, toda la música de OVO es interpretada en vivo por una banda de siete músicos. Además de Deborah Colker y Berna Ceppas, un tercer brasileño figura en la génesis de esta sensacional obra: Gringo Cardia, diseñador de escenario y puesta en escena.