Pablo Milanés: Calidad, historia y nostalgia desde Cuba con amor
Teatro Municipal, 30 de marzo 2016.

Por Jorge Tello.
Fotografías por María Loreto Plaza.

En una tarde noche algo fría, acudimos a uno de los espacios más hermosos y emblemáticos de la capital, el Teatro Municipal de Santiago, un recinto majestuoso, desde sus muros a su cielo, de su sonido a sus sitiales. Un lugar propicio para un espectáculo de los que podríamos llamar memorables, tanto por historia como calidad, ya que Pablo Milanés por lo menos reúne aquellas dos calificaciones, además de las que cada espectador o seguidor pudiera otorgarle.

En un teatro que comenzó tibiamente a repletarse, siendo los minutos previos al espectáculo, el momento en que comenzaron a generarse las filas y la efervescencia de poder ingresar lo más pronto a las ubicaciones que las entradas predeterminaban, pudiendo permitir posteriormente al cantautor cubano, contemplar a su incorporación al escenario, de un coliseo repleto de fieles admiradores transversales, ya que tener en su haber, cerca de cinco décadas dedicadas a la creación, colaboración e interpretación musical, es un fruto que pocos artistas logran cosechar, lo cual se reflejó con creces la jornada de ayer.

Con seis músicos en escena, quienes comenzaron con una introducción previa al ingreso de Milanés, ya que esperar al que muchos llamaban “maestro” (entre la gente del público), ameritaba un ingreso apoteósico para los aplausos, tan solo por estar allí. Fue así que, al tomar ubicación en su asiento, comenzó el recorrido a su enorme repertorio con su canción “Proposiciones”, la que trasportó a sus seguidores a los sonidos más clásicos de Cuba.

Pablo Milanés a ésta altura de su vida y carrera, sólo quiere disfrutar, y a la vez provocar lo mismo en sus adeptos, es por eso que le gusta conversar, contar la historia de sus canciones, de sus discos y de parte de su vida, entre cada intertanto.

En el inconsciente de cada persona que guste de la música, sus variantes y raíces americanas, recordará o reconocerá alguna tonada de Milanés. Son muchas las canciones que en la radio o en alguna manifestación ha sido aludida como consigna. En ese contexto, el público acompañó como segunda voz, una decena de canciones, siendo protagonista absoluto a ratos, lo que el músico celebraba y agradecía.

En un concierto con más de una hora y media de duración, contó con sorpresas y nostalgia, uno de los momentos altos fue la invitación a Eduardo Gatti para acompañarlo en el escenario, con quién interpretó “Los Momentos” una de las canciones con más historia de nuestro catálogo nacional, junto con esto, también el recordar a Violeta Parra con “Paloma Ausente”.

Milanés recorrió varios de sus discos, sonidos y éxitos como el Guaguancó de “El tiempo es implacable” u otros como: “Si ella me faltara alguna vez” y “Años” que nos recuerda que el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, uno de los singles más recordados. Otra de sus bellas canciones que deleitó a los presentes fue “Plegaria”.

Finalizando su presentación, Milanés se retiró del plató con “El breve espacio en que no estás”, lo que generó la reacción de los asistentes a convidarlo a volver, a lo cual accedió con una canción más para el deleite de los que estábamos allí disfrutando de tal calidad musical, marchándose definitivamente con la canción “Yo no te pido”, con la que el público se levantó de sus asientos para despedir a uno de los cantautores más queridos de la música cubana.

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