Por Carlos Barahona.

The Cure es una banda icónica que ha tejido un tapiz sonoro de melancolía y emoción a lo largo de décadas, ha dejado una huella imborrable en la historia del rock alternativo. Desde sus humildes comienzos en Crawley, Inglaterra, a finales de los años 70, hasta convertirse en uno de los referentes del género, han explorado los confines de la melancolía a través de su música única.

La banda se formó en 1976 con Robert Smith como líder, y desde entonces, ha experimentado con una variedad de géneros, desde el post-punk hasta el new wave y el rock alternativo. Influenciados por bandas como Siouxsie and the Banshees y Joy Division, The Cure encontró su propio sonido distintivo al fusionar elementos melódicos con letras introspectivas.

Su álbum debut, Three Imaginary Boys, lanzado en 1979, estableció las bases de su sonido post-punk. Con canciones como «10:15 Saturday Night», el álbum mostró la capacidad de la banda para combinar letras melancólicas con ritmos enérgicos, marcando el comienzo de una carrera distinguida. Cabe destacar que como sencillos alternativos al debut, fueron lanzadas dos de las canciones que los catapultaron a la fama: “Boy’s don’t cry” y “Killing an arab”.

Luego, vino la trilogía de discos más introspectiva de la banda. Parte en 1980 con Seventeen Seconds, donde el conjunto exploró una dirección más oscura y atmosférica. Canciones como «A Forest» destacan por sus paisajes sonoros sombríos y las letras enigmáticas de Robert Smith, consolidando la reputación de la banda como innovadores en la escena post-punk.

Al año siguiente, con Faith, The Cure continuó su exploración de temas melancólicos y introspectivos. El álbum presenta canciones como «The Funeral Party» y la extensa «The Drowning Man», que revelan una profundidad lírica y musical que se convertiría en una firma distintiva de la banda. Finalmente, en 1982 lanzan Pornography, considerado uno de los álbumes más oscuros de The Cure, «Pornography» es una obra maestra en la exploración de la desesperación y la alienación. Canciones como «One Hundred Years» y «A Strange Day» encapsulan la intensidad emocional del álbum, consolidando su estatus como una banda influyente en la escena gótica.

Marcando un cambio hacia un sonido más accesible y pop, en 1985 lanzaron The Head on the Door, el que incluye éxitos como «In Between Days» y «Close to Me». Este álbum revela la versatilidad de The Cure al incorporar elementos más ligeros sin perder la esencia melancólica que los caracteriza.

Disintegration es quizás el álbum más icónico de The Cure. Con clásicos como «Lovesong» y «Pictures of You», el álbum encapsula la melancolía y la complejidad emocional en cada nota. Es un testimonio de la maestría musical de la banda y la habilidad de Smith para escribir letras que tocan el corazón.

Wish (1992) continuó la racha de éxitos de The Cure con sencillos como «Friday I’m in Love» y «High». El álbum equilibra la alegría melódica con temas líricos profundos, mostrando una vez más la habilidad de la banda para evolucionar su sonido. Luego de un descanso en los estudios que duró casi una década, Smith y compañía retornaron con Bloodflowers, el que marca el regreso a un tono más oscuro y reflexivo. Con pistas como «Out of This World» y «Maybe Someday», el álbum explora temas de pérdida y redención, consolidando la reputación de The Cure como maestros de la introspección.

El álbum homónimo, The Cure, presenta un sonido más pulido y contemporáneo. Canciones como «The End of the World» y «Taking Off» demuestran la capacidad de la banda para adaptarse a las tendencias musicales sin perder su esencia única. Con «4:13 Dream», la banda ofrece un retorno a un sonido más enérgico y guitarrero. El álbum incluye pistas como «The Only One» y «Freakshow», mostrando una vez más la versatilidad musical de la banda incluso después de décadas en la industria.

La figura icónica de Robert Smith, con su distintivo maquillaje y peinado desordenado, ha sido el corazón y alma de The Cure. A lo largo de los años, la alineación ha experimentado cambios, pero nombres como Simon Gallup, Lol Tolhurst, y Porl Thompson han contribuido significativamente al sonido característico de la banda. Las letras de The Cure son un viaje introspectivo, a menudo poético y melancólico a las profundidades de la emocionalidad y complejidad humana. Las composiciones de Smith exploran el amor, la pérdida y la alienación de una manera que resuena profundamente con los oyentes, creando conexiones emocionales duraderas.

A diez años de su primera visita a Chile, tendremos la posibilidad de reencontrarnos nuevamente con la banda. Con la expectación de un nuevo disco que han estado cocinando Smith y compañía a fuego lento, los fanáticos esperan una experiencia que mezcle lo nostálgico con lo nuevo, sumergiéndose una vez más en las olas de melancolía que solo The Cure puede ofrecer: un viaje emocional, una experiencia que va más allá de las notas musicales.

The Cure se presenta el 30 de noviembre en el Estadio Monumental.

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