Tom Zé en Womad: Originalidad, sicodelia, emociones y por sobre todo relajo y tranquilidad.
Plaza de La Paz
14 de febrero 2016.

Por Jorge Tello.
Fotografías por Juan Pablo Maralla.

Originalidad, sicodelia, emociones y, por sobre todo, relajo y tranquilidad, se vivió la tarde y noche de ayer, en la última jornada de la versión Womad 2016 en la Plaza La Paz de Recoleta.

Día soleado, que pudo ser sobrellevado en la zona de los food truck con los ricos jugos o en el Bar Womad para los que tenían una sed más intensa. Todo para esperar los buenos números que nos tenía el festival cuando el sol ya comenzase a desaparecer en el horizonte. presentaciones que centraban el mayor interés, el cual se vio reflejado en el escenario “La Unión”, a eso de las 21:00 hrs, y posteriormente en el de “La Paz”, a las 22:00 hrs.

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Para el cierre del festival, un embajador de sonidos autóctonos y personalidad extrovertida, Tom Zé, quien a eso de las 22:08 hrs. subió al escenario principal con su ropa manchada y aspecto playero, comenzando a interactuar de inmediato con el público y a presentar a sus músicos, quienes tomaban posición tras sus instrumentos para completar la banda sobre la tarima. Al entonar su primera canción “Todos os Olhos”, de su disco homónimo de 1973, demuestra porque su música representa la cultura brasileña, es un sonido distinto a todo, propia de esa zona, no se parece al bossa nova, ni a la samba y menos a la lambada, es folclor brasileño. Sin embargo, Tom Zé incursiona en la música, sin apellidos, si quiere realizar un tema sicodélico o como bossa nova, lo hará y lo ha hecho, con 79 años y cerca de 50 años desde su primer disco, mostrar su música, es parte de lo que el brasileño desea hacer bajo los focos de un escenario, a ratos me recordó a Florcita Motuda, con su histrionismo tan característico.

Una corista, 2 guitarras, un bajo y la batería, son los encargados de generar los sonidos de la banda, a ratos una de las guitarras fue reemplazada por una bandurria. Tom Zé, en uno de los momentos altos, invitó a cada músico a tocar su instrumento por separado y mostrar como el sonido se iba uniendo y componiendo en sí la canción. Otro de los momentos notables, fue cuando el músico invitó a comprar sus discos y comenzó a entonar un comercial ofreciendo sus productos, mientras los músicos de fondo lo acompañaban, es el momento “Jingle do Disco” intervención que ha realizado en otras ocasiones.

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Durante todo el show, un sin número de personas continuaban admirando y otras conociendo a la banda brasileña, a pesar de ser día domingo, bordeando las 23 hrs. Zé, mantuvo instrucciones e interacciones durante todo su show, a veces hablaba de sus canciones y en otras aprovechaba de conversar de la vida, manteniendo su portugués, sin improvisar “portuñol”, él quería que todos o la gran mayoría lo entendiese, así que, hablaba lento y recibía ayuda en algunas ocasiones de uno de sus guitarristas.

De su enorme repertorio, Tom Zé, repasó varios discos en su show, “Não tenha ódio no verão” y “Menina Amanhã de Manhã”, fueron parte de lo mostrado anoche. Donde hace hincapié en su discurso de vivir realmente la vida, alcanzar la felicidad, que es lo único importante. Un hombre que a su edad, sin dudas, sabe lo que habla.

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En el contexto del festival, de mostrar música y cultura del mundo, raíces y sonidos autóctonos, con creces se logró con el grupo liderado por Tom Zé, y en todo Womad. Esperando que haya una nueva versión el próximo año, ojalá con más puntospara la entrega de entradas o un lugar abierto, libre y gratuito para todos, como lo expuso en el festival el alcalde de la comuna Daniel Jadue, pero con la misma concurrencia familiar y tranquilidad, que primó durante estos tres días, para que siga siendo un regalo para los que se mantienen en Santiago durante el verano o para quienes se nos acabaron las vacaciones y retornamos.

Galería fotográfica: