Por Francisca Neira.

¿Quién diablos es XTC? fue la pregunta que más escuché cuando contaba que cubriría algunos de los documentales exhibidos en la décimo cuarta edición del Festival Internacional de Cine y Documental Musical In-edit Chile, que se llevará a cabo hasta el 23 de abril en distintos lugares de la capital. Y no es raro que esa sea la interrogante más común ya que XTC es una banda oriunda de Swindon, un pueblo inglés poco conocido y a veces hasta ridiculizado por el mainstream y que, además, no ha tenido grandes éxitos de ventas como para conocerlos siquiera por un “one hit wonder”.

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No obstante, XTC ha tenido una trayectoria fructífera y envidiable. Tal como muestran los directores Roger Penny y Charlie Thomas en el documental XTC: This is Pop (2017), la banda inglesa tuvo un comienzo ligado, aunque de lejos, al punk londinense de la década de los ’70, pero la verdad es que nunca les acomodó realmente dicha etiqueta porque sentían que, más allá de la música, no eran lo suficiente políticos.

Durante los 85 minutos que dura la cinta podemos acercarnos a la historia de la génesis de esta banda, su auge, crisis y caída contada por sus propios protagonistas, principalmente el compositor, guitarrista y vocalista Andy Partridge quien muestra un sentido del humor bastante mordaz durante todo el filme y que reniega, a ratos, del propio “rockumental” del que es figura principal. Los procesos de creación y composición, las rencillas con las casas discográficas y la evolución en el sonido de la banda son los pilares fundamentales que sostienen la película, dejándonos ver un grupo de jóvenes que un poco por vocación y un poco por casualidad se dieron de boca en el mundo de la música, girando con grandes emblemas como The Police.

En las voces de Colin Moulding, Dave Gregory, Barry Andrews y Terry Chambers nos enteramos del ego que envolvía a Partridge, algo que él en ningún caso esconde e, incluso, se ríe de esa faceta de sí mismo, mostrando una valiosa autocrítica y explicando muchas de las situaciones que se dieron entre los integrantes de la banda y de las que nos enteramos a través de la cinta.

No hay duda, en todo caso, que el episodio que genera mayor ruido en la historia de la agrupación y en el documental es el de la adicción de Partridge al Valium y cómo salir de ella repercutió considerablemente en la carrera de los músicos, quienes se vieron en la obligación de suspender sus presentaciones en vivo y dedicarse a un concienzudo trabajo de estudio que dio un giro radical al sonido de una banda que ya se llamaba a sí mismos “pop afilado”. La incorporación de instrumentos ajenos al mundo del rock and roll, la composición de canciones complejas y con letras subversivas, y la evolución en una impronta cada vez más difícil de clasificar o etiquetar por la crítica, transformaron a XTC en una banda subterránea, poco conocida y de culto, pero que como contraparte, tenía bastante libertad creativa, llegando incluso a publicar un disco bajo el nombre de The Dukes of Atmosphere, dándose la licencia de no responder al canon musical que ellos mismos habían establecido para su trabajo y dando inicio a lo que varios años después llamaríamos “brit pop”.

Una historia de ires y venires, de perseverancia, de rencillas, pero por sobre todo de creatividad e identidad musical es la que podemos ver en This is Pop, porque al fin y al cabo, cuando algo debe decirse, se dice. Aunque el reconocimiento llegue muchos años después.