Akinetón Retard: Jazz Fusión experimental para el paladar y el alma
Centro Cultural GAM, 13 de enero 2017.

Por Nicolás Morán.
Fotografías por Leonardo González.

Lamento profundamente el no haber conocido mejor a esta banda antes de venir a hacer la nota. Akinetón Retard, que recibe su nombre del fármaco para el tratamiento del Parkinson, nos ofreció un gran espectáculo. Esta banda nacida en 1994 logra sobrevivir al paso del tiempo, y vaya que lo hace con estilo. Para ser sinceros, no tenía entre mis conocimientos su música, más que de oído entre mis amigos y uno que otro tema de fondo en alguna tertulia.

La potencia de los saxofonistas era para gozar de cada minuto. Con música netamente instrumental, lograron mantener por cerca de una hora y cuarto al público que, sentados cómodamente en las butacas de la Sala 1 del GAM, consiguieron saborear las notas que se disipaban con el humo. Esa mezcla de Jazz con sonidos psicodélicos me hicieron sentir como cuando vi a The Aristocrats. Esa sensación de que no es necesario tener que escribir una letra para comunicar algo. En este caso, la música habla sola. Nos habló a todos en la sala, y cada uno tuvo su propia interpretación del mensaje. Es como música que hacemos tú o yo, pero poderosa.

La guitarra y el bajo eran una delicia. se sintió mucha fluidez y complicidad con todos los compañeros de banda. Luego de las 2 primeras canciones, hubo unas pequeñas palabras sobre como al quemarse el Diego Portales, nace el GAM. Siendo de hecho, un cambio de significado del edificio, que ahora apunta hacia las artes y la cultura. Para presentar su nuevo disco (Azufre, 2016) partimos con la frase: Checa esta rola.

Luego tocó «Loop», tema con el que cierran el disco. Fue un tema con pasión y potencia. Los percusionistas se lucieron de principio a fin. Dentro del GAM se respiraba clase y estilo. Hoy me queda claro porqué no es masivo este grupo. Hay que sentarse a disfrutar. Si de verdad quiere vivir la experiencia, le recomiendo dejar el cerebro de lado y apagar el celular. Concéntrese y deje que los acordes y sonidos lo invadan.

A las 21:30 hrs,, luego de un par de temas bien buenos, aparece lo que a mi parecer fue uno de los mejores momentos de la jornada. Un par de solos de percusión que me dejaron fascinado. Primero uno de los percusionistas, tocó con maestría principalmente las congas y los bongos. Impresionante. Y para rematar la canción, un solo de batería que te deja con ganas de escuchar más.

Vicente García-Huidobro se dio el tiempo de bromear con todo el público. Logrando de esta manera un ambiente de distensión. Este espectáculo no es para cualquier persona. Debes estar dispuesto a abrir la mente y dejarte llevar. Es por esto que siempre he sido de la idea que en el Jazz no basta con ser bueno. Debes estar dispuesto a hacer sentir algo. Y acá estaba todos eso. Akinetón Retard no pretende hacer música comercial o gustarle a todos, quizás a las últimas personas a las que les importa sea a ellos.

Tienen toda la razón al hacerlo así. De eso se trata la música, de expresar algo aunque no a todos les parezca bueno. Eso es algo que admiro de sobremanera. Para cerrar, tocaron “Chévere”, que me impresionó. Tanto por el juego de sonido como por la fluidez instrumental. Luego de eso, cuando todo parecía indicar que finalizaba el show, el público pedía a gritos una canción más y por supuesto que nos dieron en el gusto.

Nada que agregar. Impresionante y llenador, pero por sobre todo, un show de calidad que nos dejó a todos contentos.

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