Artista invitado: América Paz
14 de mayo 2024

Por Meryth Smirnoff.
Fotografías por Marcelo González.

La alfombra roja del Teatro Nescafé de las Artes abre camino para el especial encuentro con la música del noruego Einar Solberg en la segunda sesión del ciclo de solistas progresivos que ya nos deleitó con la presentación del mítico y cercano Paul Masvidal el pasado 10 de abril. (https://www.parlante.cl/paul-masvidal-en-sala-rbx-eco-acustico-que-deja-sin-aliento/).

Cuando cae la noche y el aire se siente frío en las calles santiaguinas, el teatro se comienza a llenar para presenciar la destreza vocal inigualable del compositor y líder de la banda progresiva Leprous en una versión íntima donde los protagonistas no serán más que él, su piano y el público. Como acompañamiento especial para esta nostálgica noche, abre la velada la compositora y bajista nacional América Paz, que a eso de las 20:22 hrs ingresa al escenario con una propuesta simplista pero cautivadora. Su bajo multicolor resalta con prestancia natural mientras comienza a entonar melodías que forman historias bajo la increíble voz de quien las profesa sin siquiera decir una palabra. El público expectante, quizá un poco sorprendido con el talento innato de la bajista, guarda respetuoso silencio mientras recorre sus canciones que brillan entre la tenue luz del recinto.

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En una concordancia elegante se juntan las notas que caen en las cuerdas del bajo y el público agradece el interesante sonido con aplausos cariñosos hacia la artista. La interpretación de música en frecuencias casi folclóricas fue de prolija ejecución mostrando que 10 años de experiencia musical son claves para lograr la perfección de cada sonido por el que se desplaza. Un recorrido por su nuevo álbum Message From The Stars transforma la atmósfera en un anfiteatro de primer nivel gracias al manejo técnico de su bajo de 6 cuerdas. “Cosmos”, “Inner Struggle” y “Mapuchill” (que cuenta con la voz de fondo del talentoso Luis Le-Bert en una magistral transmutación de la música mapuche) son ovacionadas por todos los presentes. Para despedir su presentación lo hace con “Trance” quien adhiere las palmas de los asistentes que la acompañan para explotar en un surfeo de notas melódicas gracias a su suave voz a las 20:40 de la noche.

Las luces se vuelven cálidas nuevamente para coquetear con el reflejo centelleante del piano de cola Yamaha que yace inmóvil al centro del escenario. Los fanáticos se inquietan y comienzan a llamar al artista estallando en gritos cuando Einar hace su aparición sonriente y saludando a la concurrencia puntualmente a las 21:00 hrs. La primera nota cae potente y retumba en cada pared del recinto para interpretar “Out of Here” (Leprous) que es coreada por el público en unánime y casi imperceptible susurro estallando en gritos y ovaciones al finalizar la interpretación. Las letras resuenan y tocan fuerte las partituras angustiosas de “The Price” quien en su comienzo es seguido con las palmas de los fanáticos las cuales se roban una sonrisa del cantante mientras este sigue con su versión acústica cautivando las miradas y los suspiros de quienes lo escuchan.

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El compositor se maneja en exquisita perfección con la técnica vocal y el uso íntegro de las cuerdas que mueven las teclas en blanco y negro del Grand Piano que lo acompaña. De su disco solista comienza a sonar “16” la que el conglomerado escucha en un trance hipnótico, “It took me 16 years to realise” y la voz se resquiebra casi como un lamento, una agonía pasada que es recordada con dolor y remembranza en un vaivén de tonos agudos, “It took me 16 years to realise that I was meant to walk through winter nights when doubt turns to appeared in my mind” y los aplausos rompen el ceremonial silencio para anunciar su presencia y admiración. “Castaway Angels” se murmura al unísono por todo el teatro, y la voz de Solberg genera ecos que se elevan más allá del alcance de la vista, logrando una conexión extraordinaria entre él y su coro casi silente e improvisado. Las ovaciones no cesan y transmutan para potenciarse entre cada canción magníficamente bien arpegiada.

“The Flood”, “Celestial Violence” y “Slave” son la cascada de melodías provenientes de Leprous que trascienden en las cuerdas vocales del nórdico creando composiciones nuevas desde las ya conocidas canciones de su formadora banda y las líneas melódicas obtenidas son dignas merecedoras de los halagos que retumban estruendosos sobre el suelo del Nescafé. En una interacción interesante, Einar permite a los fanáticos elegir el próximo tema entre 4 opciones: “Acquired Taste”, “Passing”, “Moon” y “Echo” siendo esta última la elegida por el público, lo cual sorprende al artista quien confiesa que no se lo esperaba ya que siempre la canción ganadora había sido «Moon», pero que termina interpretándola en conjunto con las teclas blancas del piano y sus acordes mayores de una manera fabulosa e intensa.

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Del rey indiscutible del pop, Michael Jackson comienza el emotivo sonido del piano a introducir “Earth Song” que es presentada con una fuerza avasalladora por parte de Solberg quien se encarga de transmitir cada emoción que pasa por su cuerpo través del sonido de sus cuerdas vocales en un delicado y bien usado tempo rubato melódico. El carisma y cercanía salta a simple vista, la complicidad con sus fanáticos en una interacción que pareciera ser en el living de su casa hace que el show sea aún más emotivo. De su disco solista nace “A Beautiful Life” la cual el músico introduce diciendo: “La felicidad es algo que he tenido que crear, que no ha llegado por sí sola” a lo que continúa con “Muchas personas lo tienen todo en su vida, pero al mismo tiempo no tienen nada. Yo no nací con una vida hermosa, pero decidí crearme una”, desenlazando sus palabras en una escalera de notas que solo saben tocar el cielo con sus tonos agudos que erizan la piel.

Fascinada, la audiencia aplaude y grita el nombre del artista quien constantemente agradece las muestras de cariño por parte de sus seguidores con una cálida sonrisa. “The Cloak” y “Below”, ambas pertenecientes a Leprous, desatan euforia en la fanaticada quien vuelve a cantar de manera cuidadosa e inapreciable acompañando la intensa voz de Einar. Un momento lleno de dramaturgia sucede cuando el piano de cola comienza a tocar “Who Wants to Live Forever”, un clásico de Queen que estalla en una seguidilla de sensaciones que surfean entre los agudos vocales sumados a la expresividad innata del artista y que termina en un quebrado y sentimental. “Who waits forever anyway?” en una delicadeza excelsa que pareciese ser una pregunta hacia la muerte en sí misma. Los vítores caen desde las butacas y explotan en éxtasis mientras la noche se hace cada vez más oscura, más intensa, más pura. Entre la congregación que escucha las historias del músico se derraman lágrimas desde el principio del espectáculo hasta el final. La velada está terminando y sin embargo pareciese como si el tiempo se hubiese detenido desde el momento que sonó la primera blanca de un piano que fue tan protagonista como el propio cantante.

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La belleza de la música del oriundo de Notodden es inigualable, las palabras se convierten en melodías que nadan entre la melancolía y la resiliencia, el registro vocal del compositor es un abanico de posibilidades sonoras y su eximio manejo del piano es digno de admiración. A esta altura de la jornada el ambiente se vuelve oscuro y la respiración es sostenida por los presentes en un intento de no generar sonido alguno que pueda interrumpir las palabras entrecortadas del artista ya que la siguiente canción, “The Last Milestone” comienza con Einar contando la historia de su padre, quien no era una persona fácil con quien vivir, quien decide quitarse la vida cuando Solberg solo tenía 9 años, convirtiéndose en un niño que conocía la oscuridad y se aferraba a ella en una vida que nunca fue simple. Años después compone este tema como despedida hacia su padre, una que no es nada fácil y que aún pesa en sus recuerdos. Con la mirada vidriosa reconoce que es una canción muy difícil de tocar, quizá la más compleja de todas según sus propias palabras mientras los presentes escuchan y sienten el dolor que promulga cada verbo que nace de las entrañas de Solberg al cantarla.

Le sigue “Alleviate” que como oda poética a la paciencia nace por un deseo de escapar de los problemas, de intentar que aquello de lo que se huye no te alcance pese a saber que lo hará eventualmente con aún más fuerza y al proceso de detenerse para sanar paso a paso. La presentación es extasiante, el ambiente se mantiene pulcro, el respeto de los asistentes al escuchar las canciones es admirable cantando los temas solo como un murmullo. Para el final de la nocturna travesía emocional, Einar se da un gusto y toca “Exit Music (For a Film)” de la banda Radiohead sin dejar antes de referirse a las razones por las que decidió tocarla y riendo comenta: “No hay razón, simplemente me gusta” sacando risas tímidas de los fanáticos que vuelven al silencio solemne cuando comienza a sonar el piano.

Mientras las notas comienzan a desaparecer en el horizonte se escucha “From The Flame”, el último tema de la infinita noche de emociones que ha regalado Einar en el Teatro Nescafé de las Artes, siendo mucho más que una simple canción, sino más bien una demostración irrefutable del talento, pasión, intensidad y fuerza que lleva el artista consigo. La simple partitura que cobra vida en las cuerdas vocales de Einar se convirtió en extraordinaria manifestación de una gama de sentimientos que en su mayoría rompen el alma, pero que a la vez contiene la inimaginable capacidad de sanar todo aquello que duele con tan solo una nota emitida por su potente voz. El público aplaudió tan fuerte que retumbaron las paredes del teatro y con humildad el artista agradeció con una reverencia en el centro del escenario. La historia que se contó esa noche fue más que música, fue un camino a la emocionalidad, un paseo por lo profundo del alma de todos aquellos que tuvieron el placer de escuchar la cálida voz del Einar una gélida noche de otoño en la capital.

Setlist América Paz:
Cosmos
Inner Struggle
Mapuchill
Trance

Setlist Einar Solberg:
Out of Here
The Price
16
Castaway Angels
The Flood
Celestial Violence
Slave
Echo
Earth Song (Michael Jackson cover)
A Beautiful Life
The Cloak
Below
Who Wants to Live Forever (Queen Cover)
The Last Milestone
Alleviate
Exit Music (For a Film) (Radiohead Cover)
From the Flame

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