El trío esta compuesto por Felipe Toro (guitarra y voz), Andrés Aracena (bajo y órgano) y Raúl Guzmán (batería y voz).

Luego del sencillo del mismo nombre como adelanto de este EP, “Adiós Bugambi” se presenta por completo con 5 temas que pasean entre órganos de iglesia, gritos frenéticos y rock de estadio.

“Tomen sus posiciones”, “La muerte térmica del universo”, “Mursh” y “Ex-Matador” -en honor a Marcelo Salas- co crean una sonoridad ecléctica que no pierde la base ni lo cohesivo. Melodías que nacen de la guitarra influenciada por el indie rock de los 90 con una base rítmica que se pasea por distintos pasajes, incorporando diferentes estilos que evaden el formato canción hit apostando un poco más por la locura.

“¿Te imaginas a Yo La Tengo o Pavement tocando en el Nacional? Probablemente se vería tan vacío como un partido de Palestino en el Municipal de La Cisterna” dice Felipe Toro, haciendo referencia a influencias de la banda y al hipnótico “full álbum” que se encuentra en YouTube, grabado con una steadycam y que muestra un extracto de lo ocurrido precisamente un fin de semana en aquel recinto deportivo. De ahí también viene el nombre de la banda, “el indie rock, por definición y concepción, nunca llenará estadios, pero puede sonar igual de grande y heroico. Esa es nuestra idea”, rematan.

“Adiós Bugambi” incorpora “fake góspel”, término con el que Toro define su obsesión con Spiritualized y la época cristiana de Bob Dylan. Esa sensación de que uno puede redimirse a través de canciones es una característica que el góspel comparte con ese punk confesional y catártico que mucho han influenciado a esta ópera prima.

Los Estadios Vacíos es una suerte de paradoja, ya que el disco parte de la premisa de ser el álbum final de una banda anterior, algo así como un grupo de amigos enfrentando el abismo con toda la paz del mundo. Pero a medida de que se grababan las canciones, el proceso volvió a reencantar. Luego de un cambio de alineación, se decidió partir de fresco.

Con referencias como Yo La Tengo, Titus Andronicus y The Men, e inspiraciones desde Prince hasta Hüsker Dü, pasando por el krautrock y el soul, este EP destaca por su gran variedad sonora y alto riesgo compositivo, presentando desde un single multiparte de 10 minutos hasta canciones que nos sumergen en precisas improvisaciones colectivas.