Por Johanna Dagnino.

Se acerca una nueva versión de La Cumbre del Rock Chileno + y, con ello, un nuevo homenajeado dentro de la escena musical nacional. Este año es el turno de una de las bandas más icónicas de nuestro país, se trata de Los Jaivas, quienes recibirán un reconocimiento justo a sus más de 50 años de trayectoria. Dueños de una historia potente, esta banda cruzó todos los límites imaginables, convirtiéndose en un verdadero emblema para nuestra memoria musical. Los Jaivas son, sin lugar a dudas, una de las agrupaciones más importantes que ha visto nacer nuestro país: considerados por muchos como uno de los grupos más influyentes tanto en Chile como en Sudamérica, se han caracterizado por la fusión de estilos que abarcan desde el jazz, el rock progresivo hasta sonidos del folclore latinoamericano. Además, a lo largo de su historia han destacado no sólo por sus creaciones, sino que, además, por la musicalización de obras de Pablo Neruda y por los arreglos que han realizado de diversos artistas como lo son el caso de Violeta Parra y del Gitano Rodríguez.

Sus orígenes se remontan a 1963, año en que surgen como agrupación en Viña del Mar cuando los hermanos Eduardo, Claudio y Gabriel Parra se unen con Eduardo “Gato” Alquinta y Mario Mutis en un camino de exploración musical en el cual buscaban expresar su creatividad. Su nombre original fue The High & Bass (el cual de castellanizaría para dar nacimiento a Los Jaivas en 1970) y se encargarían de desarrollar sus inicios musicales en reuniones sociales en el mismo Viña del Mar, centrando su apuesta en música tropical, bossa nova y boleros. Sin embargo, llega el punto en que se cuestionan su labor creativa y deciden dar pie a una etapa de improvisación y vanguardia en la cual cada instrumento creaba una atmósfera propia y que, además, les permitió explorar en sonidos de raíz latinoamericana e instrumentos ancestrales. Así, y potenciando esta línea, saldría a la luz su primer disco de estudio, El Volantín (1971), el cual no sólo contiene improvisaciones, sino que también incluye trazos de composición que quedan reflejados en temas como “Que o la tumba serás” y “Foto de primera comunión”.

En abril de 1972, Los Jaivas lanzarían su primer disco single, el cual estaría compuesto por los temas “Ayer Caché” y “Todos Juntos”. Este último sencillo se convertiría en un éxito inmediato y convertiría a la agrupación en un fenómeno en todo Chile. “Todos juntos” alcanza el primer lugar en los rankings radiales y llama la atención por su llamado a la paz y la unidad empleando ritmos latinoamericanos con instrumentos tradicionales de rock. En septiembre de ese mismo año lanzan su segundo single como banda, el cual se compone de “Mira niñita” y “Cuero y piel», nuevamente alcanzando altos índices de popularidad y convirtiendo su primer tema en un clásico de la música popular nacional. A finales de este año, Los Jaivas graban La Ventana, disco cuyo nombre real era simplemente Los Jaivas.

Para ese entonces, su fama ya se encontraba afianzada, la agrupación nacional es considerada como un símbolo de los tiempos. En 1973, junto con participar en diversos recitales, trabajaron por segunda vez con el cineasta Raúl Ruiz (con quien ya habían colaborado en 1970 para la realización del soundtrack de una película que jamás se realizó); esta vez, trabajaron en la banda sonora de Palomita blanca, película que no pudo ver la luz sino hasta 1992. Este mismo año, debido al golpe de estado encabezado por Augusto Pinochet, la agrupación decide trasladarse a Argentina, país en el cual se consolidan. En 1974 Mario Mutis decide retornar a Chile debido a asuntos personales, por lo que, temporalmente, ocuparían su lugar Julio Anderson y, posteriormente, el Pájaro Canzani. Estando en Argentina, Los Jaivas produjeron tres discos: El Indio, en 1976; Los sueños de América, editado en 1979 (el cual fue grabado en 1974 en alianza con el músico brasileño Manduka y el cual contaría aún con la presencia de Mutis) y La Canción del Sur (1977). De estos trabajos destacarían temas icónicos, como “La Conquistada”, «Pregón para Iluminarse» y «Un Día de Tus Días» (El Indio); «La Centinela» y «Ta Bom Ta Que Ta» (Los sueños de América); y «Canción del Sur» (Del disco homónimo). El sonido de estos trabajos consolida el sonido fusión que marca la identidad musical de Los Jaivas, entre el folclore latinoamericano y el rock progresivo. Además, en “Canción del Sur” se incorpora por primera vez el uso formal del minimoog, elemento definitorio para su sonido.

Del otro lado de la cordillera, la banda nacional logró ganarse un espacio y el respeto de los argentinos. Sin embargo, en 1977 migran hacia Europa, principalmente motivados por los rigores del Régimen militar argentino (más conocido como El Proceso), el cual incluso llevó a la detención temporal de Eduardo Parra. Un barco los llevaría a finales de ese año rumbo a Francia, lugar en el cual continuarían con su sistema de vida en comunidad (por lo que fueron distinguidos como exponentes del hipismo chileno). Recorrieron el antiguo continente realizando recitales en distintos lugares como Holanda, Bélgica, Alemania, España, Italia y la misma Francia. En 1979 realizan su primera gira por Inglaterra, presentándose en el Shaftesbury Theatre y siendo recibidos con gran entusiasmo y una excelente crítica. También en este año Mario Mutis se reintegra a la agrupación y Canzani la abandona para seguir nuevos proyectos. En 1980, les llegaría una invitación de la Radio France, a manos de la presentadora Eve Grilliguez, con el objetivo de preparar un homenaje a Violeta Parra. De estas grabaciones surgiría Obras de Violeta Parra (disco editado recién en 1984), trabajo que es hasta el día de hoy uno de sus trabajos más valorados.

Con Francia como su punto de residencia, la banda concibe la idea de interpretar parte de Canto General, del poeta chileno Pablo Neruda. Así, componen y graban en 1981 el que es su trabajo más trascendente y, a su vez, una de las mayores obras de rock chileno: Alturas de Macchu Picchu. Con esta placa, la banda puede regresar a Latinoamérica para grabar el especial televisivo que acompaña al disco. A su vez, dicha grabación, con el tiempo, se transformaría en un verdadero hito no solo para Los Jaivas sino que para toda la música Latinoamericana. En ella, podemos ver cómo se amalgaman el sonido de la banda con el espacio mítico propio de las ruinas de una cultura. Además, este disco es reconocido por su capacidad de traspasar deforma vívida el temple de las poesías de Neruda, por lo que, sumando todo esto, termina por configurarse como una obra total. 

De la mano de Alturas de Macchu Picchu, el mismo año de su edición giran por Argentina, Perú, Uruguay y Chile. Además, presentan la placa en Alemania, España, Holanda y Francia. Lanzan un nuevo disco titulado Aconcagua (1982) y ese mismo año retornan a Chile por cuatro meses, despidiéndose en un gran concierto realizado en la Quinta Vergara frente a más de 20 mil espectadores. Posteriormente, se presentan en el estadio Obras Sanitarias (argentina), de cuyo registro surgiría el disco Los Jaivas en Argentina (1982). Este año, viajarían con su extensa gira, visitando Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia, México, Brasil, Países Bajos, Rusia, Lituania, Kazajistán y Kirguistán. Estas cuatro últimas eran repúblicas de la ex URSS y darían origen al disco en vivo Los Jaivas en Moscú. Tras el éxito internacional, la banda nacional regresa a territorio chileno para grabar un especial en la Antártica chilena y así dar cierre a un año tremendo de una forma en la que sólo ellos podrían hacerlo. De este modo, el libro de records Guinness consigna dicha presentación como la primera en realizarse sobre el continente blanco.

Tras este hito, retoman su gira y viajan por Francia, Bélgica, Suiza, Holanda, Alemania y Finlandia. Además, reciben la invitación para representar a Chile en el Encuentro Fraternidad Chileno-Argentino, que celebraba el acuerdo que concluía asuntos limítrofes entre ambas naciones. En 1985 Mario Mutis debe abandonar nuevamente la agrupación y retorna Pájaro Canzani, con quien girarían por primera vez en Estados Unidos y en Canadá. Los años venideros se trataron de trabajo ininterrumpido, reflejado es una seguidilla de giras que los lleva a recorrer gran parte de Europa. Para 1988, la banda se refuerza con el charanguista y bajista Fernando Flores y regresan a Latinoamérica en gira. Sin embargo, este año marca un punto de inflexión para la banda debido a la muerte de su baterista, Gabriel Parra, en un accidente automovilístico. Realizan las despedidas en Viña del Mar, ciudad que vio nacer a sus integrantes. A modo de homenaje, se edita Los Jaivas en vivo: Gira 1988, placa que destaca en su portada a uno de los mejores bateristas de la historia de la música chilena. Con esta partida, quedaba un trabajo ya iniciado con Gabriel a medias. Los Jaivas deciden retornar a Francia y terminar la placa con ayuda de Marcelo Muñoz (sobrino del Gato Alquinta) y con los bajistas Pájaro Canzani y Mario Mutis. Así, en 1989 sale a la luz Si tú no estás, el disco considerado como el más íntimo de la agrupación.

Tras la muerte de Gabriel fue Juanita Parra, su hija, quien asumió el mando de la batería de Los Jaivas como heredera natural del legado de su padre. Después de la muerte de su padre, el grupo siente que ella es el reemplazo natural. Si bien, ella declina en primera instancia la invitación, termina por aceptarla al acompañar a la banda interpretando “Corre que te pillo”. Pese a su juventud, demuestra gran talento y es acogida por el público; es por esto que abandona sus estudios de música y se somete a una intensa preparación que tomó cinco años, en los cuales no sólo estudia el estilo de su padre, sino que, además, logra asimilarlo y marcar un sello propio en la percusión. En 1992, Los Jaivas editan finalmente la banda sonora de Palomita Blanca y siguen con sus giras europeas. Todo el periodo vivido entre 1990 y 1995 va a ser la etapa de preparación para su placa Hijos de la tierra (1995), el cual no solo reencuentra a la banda con sus raíces, sino que también consolida a Juanita Parra en la batería.

En 1996 nace Trilogía: El rencuentro, disco que fuese editado en 1997 y que celebra el reencuentro de la banda con el público chileno y la reintegración de Mario Mutis. En éste, reinterpretan temas propios conocidos y realizan arreglos de temas de otras agrupaciones con la compañía de distintos artistas como León Gieco, Los Tres, Eduardo Gatti, Illapu, Javiera Parra y Congreso. Posteriormente, son parte Tributo a Víctor Jara (1998), disco colectivo en honor al músico. Además, graban el himno de la II Cumbre de Las Américas, «Todos Americanos»; y «Por los Niños del Mundo», tema encargado por UNICEF por la Convención de los Derechos del Niño. Realizan, también con Illapu y Los Tres el recital Hecho en Chile, congregando a más de 60 mil personas en el Estadio Nacional. Tras todo este movimiento constante, lanzan Mamalluca (1999), placa en la que interactúan directamente con la Orquesta Sinfónica de Chile y con el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile. En este disco, musicalizan una serie de poemas escritos por su tecladista, Eduardo Parra, inspirados en el Valle del Elqui. Es por esto que es considerado como uno de sus trabajos más ambiciosos.

En el año 2000 lanzan En el Bar-Restaurant ‘Lo que nunca se ’supo, placa que reúne las cuecas más importantes de su historia musical. Luego, en el año 2001 lanzan el último disco con temas nuevos hasta la actualidad, Arrebol. En este periodo, además, se une Carlos Cabezas con su charango. En el año 2002 publican Obras Cumbres, un disco doble que recorre los hitos más relevantes de la carrera de la agrupación nacional. Este mismo año, participan nuevamente del Festival de Viña del Mar y cierran el año en un concierto en conjunto con el argentino Fito Páez.

En enero del año 2003 la tragedia vuelve a golpear a Los Jaivas, esta vez marcada por la muerte de su vocalista, Eduardo “Gato” Alquinta. La ceremonia que lo despide congrega a más de 400 mil personas. Del mismo modo que con el fallecimiento de Gabriel, la banda llama a tres hijos de Alquinta para sumarse a la agrupación: Ankatu en la guitarra, Eloy en instrumentos de viento y Aurora en la voz. Así, realizan la gira Gato Presente, en conmemoración de quien fuera la voz histórica de Los Jaivas. Aurora decide restarse del grupo y asumen la voz Mario Mutis y Carlos Cabezas. Este año, como un bálsamo para todo lo vivido, finalmente son reconocidos con el Premio Nacional de Música y la medalla Pablo Neruda. Lamentablemente, en marzo del 2004 la muerte vuelve a irrumpir en las filas de Los Jaivas y se lleva a Eloy Alquinta, quien fallece por un ataque al corazón a los 33 años. Su lugar sería ocupado por Francisco Bosco, quien era compañero de Eloy y Ankatu en la banda Huika y quien se ha desempeñado en Los Jaivas a cargo del saxo, flautas, tarkas, trutruca, guitarra acústica y ocarina.

En los años que siguieron, reeditaron Alturas de Macchu Picchu a modo de celebración del centenario de Neruda. Además, lanzan un nuevo disco recopilatorio titulado Canción de amor (2005) y, al año siguiente, Canal 13 emite Los Jaivas en Rapa Nui: Ojos Que Miran el Universo, con fragmentos de una presentación realizada por la banda ese mismo año, la cual, posteriormente, se transformaría en el año 2007 en un DVD titulado Los Jaivas en Rapa Nui. También en 2006 se edita el disco Homenaje a Los Jaivas, en el cual participaron figuras como Álvaro Henríquez, Los Bunkers, Javiera y Los Imposibles y Chancho en Piedra.

Junto con toda esta historia, Los Jaivas participaron de la primera edición de La Cumbre del Rock Chileno, realizada el año 2007: un momento histórico que congregó por primera vez a destacados artistas de la escena rock pop nacional. A eso suman más presentaciones en festivales y eventos masivos, tales como el festival de Olmué ese mismo año y en el 2009, Santiago Rock en 2008 y la segunda versión de la Cumbre del Rock Chileno en 2009. También en el año 2009, Eduardo Parra, uno de los miembros fundadores de la agrupación, debe alejarse de la banda debido a complicaciones generadas por la poliomielitis que lo aqueja desde la infancia. Pese a esto, Eduardo los acompañó de todos modos como relator en el concierto realizado por Los Jaivas en el Fórum Universal de las Culturas de Valparaíso 2010; además, de presentarse con el grupo en el concierto que realizaron por la celebración del Bicentenario de nuestro país y en la Teletón del mismo año. Al año siguiente son Invitados una vez más al Festival de Viña del Mar (tras la fallida presentación del año anterior a causa del terremoto), presentación que coincide con los 40 años de su primer trabajo discográfico.

En el año 2013 la banda se prepara para celebrar sus 50 años de carrera. Sin Ankatu Alquinta en las filas, realizan un multitudinario concierto gratuito en el Parque Forestal de Santiago; ocasión en la cual, además, se presentó una exposición gráfica de su carrera. A este evento asistieron más de 60 mil personas y fueron acompañados por distintos grupos y artistas nacionales. Junto con esto, Eduardo Parra viaja desde París para acompañar la presentación interpretando así algunos temas y leyendo una selección de sus poemas.

Hoy en día se prepara una película biográfica de la banda a cargo del cineasta Erasmo Parra, que espera ser estrenada en el año 2019 bajo el título de High Bass. Además, vuelven a prepararse para asistir a una nueva versión de La Cumbre del Rock Chileno + 2018, esta vez como los grandes y merecidos homenajeados de la jornada. Una presentación imperdible para todos aquellos que hemos crecido de algún modo con sus canciones y su forma única de entender el mundo desde una vereda esperanzadora.

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