Por Iván Leal.

Este 16 de noviembre se celebrarán en el MGM Grand Garden Arena en Nevada, E.E.U.U., la 18ª entrega anual de los Grammy Latinos. El artista con más nominaciones, en esta edición, es el puertorriqueño y ex vocalista de Calle 13, René Pérez, AKA Residente. Con 9 posibilidades de obtener el galardón, entre las que se destacan “Álbum del Año”, “Grabación del Año” y “Canción del Año”, hoy se ha convertido en uno de los artistas de mayor influencia en estos últimos años. Su primer álbum solista titulado Residente, es producto de un viaje del artista por varias zonas en conflicto, China, Siberia, Chechenia y parte de África, donde buscó nuevos sonidos y motivaciones para este álbum.

Pero este viaje tiene un significado más grande, todo comenzó con una prueba genealógica ADN que se realizó Residente, en la que los resultados mostraron que 7% de sus ancestros vienen de Siberia. “Soy Residente. Decidí hacer música basada en mi ADN. Viajé a diferentes partes del mundo recolectando sonidos y encontrando historias. Todos somos residentes del espacio que ocupamos y en nuestro espacio las fronteras no existen.”, se destaca en el inicio del documental que tiene su nombre, y que nos muestra sus viajes y el gran trabajo que realizó recopilando distintos sonidos del orbe.

Luego de la separación de Calle 13, muchos pensaron que sin Eduardo Cabra (Visitante), Residente no iba a ser el mismo. Error, pues René trabajó de la mano en este viaje con el productor Rafael Arcaute, con quien ya había colaborado antes en canciones como «Latinoamérica» y «Muerte en Hawaii», por ejemplo. Además, se integraron a su equipo Francis Pérez (La Tortuga China) y Trooko.

Las colaboraciones son otro punto fuerte de este disco, todos aportan una atmósfera distinta a cada canción, se destacan Soko, Lin Manuel Miranda, Bombino y Goran Bregovic.

Sin más preámbulos hoy resolveremos el porqué este disco a causado tanto furor a nivel mundial, y aunque fue lanzado el 31 de marzo de este año, sigue causando estragos en quienes lo escuchan. Vamos con el análisis canción por canción.

En la intro de este disco titulada “Intro ADN/DNA” sólo escuchamos la voz del gran dramaturgo, actor y compositor Lin Manuel Miranda. Este norteamericano, descendiente de puertorriqueños, ha trabajado como compositor en películas como Star Wars: The Force Awaken y Moana. Miranda le dedica palabras a René sobre su descendencia y rapea en ingles para dar paso al primer single de este disco, “Somos Anormales”.

En este track se destaca el ya clásico estilo rítmico de René, trabajado también con Calle 13, la gran diferencia es que ahora él también fue productor, compositor y hasta director del video musical. La principal característica musical de esta sencillo, es que utiliza el famoso canto de garganta siberiano como sample, la instrumentación también es perteneciente a esta zona, específicamente a la República de Tuva, país que se encuentra dentro de Siberia. La canción celebra las diferencias de los seres humanos, ironizando sobre los defectos físicos, y dándonos a entender que en ciertos grados todos somos anormales. El controversial video de esta canción fue grabado en África, y su contenido “explícito” lo llevó a la censura en varios países.

El primer interludio de este disco, titulado “Entre Montañas Siberianas”, nos muestra en seco el ritual del canto siberiano o canto de garganta, nombrado patrimonio humanitario por la UNESCO en 2009. Una exquisitez musical que nos sirve como introducción al cuarto track, “Una Leyenda China”. Aquí se nos narra un poco del avance de la cultura China hasta convertirse en potencia mundial, destacando que el dragón oriental ha despertado. El coro es cantado por la actriz y cantante china Jin Jiujie, y la canción fue compuesta por Residente y Rafael Arcaute, y grabada en Beijing. “Haruna Fati” es el segundo interludio, y es un canto africano de una habitante dagomba en Ghana. El interludio lleva el nombre de esta particular cantante y nos da pie a la sexta canción “Dagombas en Tamale”.

“¡¿Pa’ que queremos radio si aquí hay tambores?!”, es la frase que resalta del coro de esta canción, donde Residente nos relata que a pesar de la pobreza y las condiciones simples de vida que llevan los habitantes Dagombas, celebran la vida y su rutina con su ingenio e instinto de supervivencia. La rítmica y la letra se sienten similares a “Somos Anormales” y nos recuerdan los mejores tiempos de Calle 13. Colaboran en esta canción Haruna Fati (cantante del interludio anterior) y Kofo. Producen Residente y Trooko.

“Desencuentro” es la séptima canción del álbum y el segundo sencillo lanzado. Es la canción romántica por excelencia del disco, acompañada por la cantante y actriz francesa Soko. Según palabras de Residente, el tema nos habla sobre cuando te cruzas con una persona que es tu alma gemela, pero nunca se encuentran. Fue la primera canción escrita para este disco, y funciona como descanso luego de los diferentes sonidos étnicos escuchados en las canciones anteriores. Acompañada por una instrumentación más occidental, el arpa y el piano son los que dirigen la mayoría de la canción, la melodía vocal al rapear de Residente, y las preguntas y respuestas con su acompañante, le dan un toque sencillo y cálido a esta track. Cabe destacar que Residente también dirigió el video de este track.

Ya llegando a la parte más dramática del álbum nos encontramos con el octavo track y tercer single “Guerra”. Grabado en Caucas, y después de ver el desastre causado por la Guerra de Osetia del Sur en 2008 entre Georgia, Osetia y Chechenia. En los primeros dos versos de la canción, Residente se dedica a personificar a la guerra, como si el fuera ella, y en el tercer verso nos da a entender el cómo derrotarla. Producida y escrita también por Trooko, el coro es acompañado por un rezo típico de las mujeres de Caucas, que piden paz alrededor del mundo. Como dato anecdótico, Residente logra unir a los 3 países en conflicto en esta canción, los tambores de Osetia, el panduri de Georgia y las voces de Chechenia.

Siguiendo con el toque dramático, en el noveno track nos encontramos con “Apocalíptico”, canción grabada en Londres, New York y Beijing e inspirada por la terrible contaminación de esta última ciudad. Cuando Residente llegó a la capital China, lo que más le impactó fue la excesiva polución por combustibles fósiles que se percibe en el gigante asiático y esto le pareció apocalíptico, sin embargo, nos da a entender que la humanidad podrá ante esta adversidad. El coro es cantado por Duan Ya Wen, quien fue encontrada trabajando en la barra de un local de bailarinas nudistas, pues al principio la canción iba a tratar el tema de la sexualidad, y Residente quería que fuera cantado por una prostituta.

El décimo track de este viaje es “La Sombra”, acompañado del aclamado guitarrista de la tribu nigeriana Tuareg, Bombino, Residente nos habla de las dificultades e injusticias que ha vivido la gente de raza negra en África, destacando que el origen de todos es el negro y que a la sombra “la luz quiere quitarle el control, por eso donde África pega más el sol”. Con esta canción volvemos a la temática principal del disco, el ADN.

“Milo” es, sin duda, la canción más hermosa de este disco, dedicada al hijo de Residente que lleva por nombre el titulo de este track. Grabada en Ghana, René nos relata la satisfacción que siente al ser padre, narrándonos la simpleza en la que su hijo vive, continuando así con el tema del ADN. Canción también producida junto a Rafael Arcaute, se destacan los coros africanos en que se celebra la vida.

La penúltima canción de este disco lleva por título “El Futuro Es Nuestro”, y es donde Residente retoma el sarcasmo y la ironía en sus letras que lo hicieron popular. René, predice un futuro muy distinto al que todos podríamos imaginar, burlándose de los avances tecnológicos y el fanatismo religioso. Cabe destacar, que colaboran en esta canción el afamado compositor bosnio-yugoslavo Goran Bregovíc, quien ha trabajado en varias películas de fama mundial, principalmente en las de Emir Kusturika.

En “Hijos Del Cañaveral”, el viaje de Residente termina y vuelve a su natal Puerto Rico, acompañado en los coros por el artista de música puertorriqueña Cholo Rosario, y la ex integrante de Calle 13, su hermana iLe, Residente nos habla de lo que hace hermoso a su país, su identidad y de lo que les ha sido arrebatado a lo largo de su historia. Con esta canción el álbum llega a su fin, cerrando de gran forma este viaje emprendido por el artista.

Residente, nos muestra la madurez musical y conceptual que ha adquirido René Pérez, no sólo como músico, compositor e intérprete, ahora también como director y productor. Ya desde el 2do álbum como Calle 13, Residente empieza una búsqueda por sonido, y esta vez por cuenta propia llegó más lejos que nunca, ojalá inspirando a varias personas a hacer lo mismo, olvidar las barreras de idiomas y fronteras, y convertirse en residentes en todos lados.