James Blunt en Teatro Caupolicán: Una noche al servicio de una mágica sensación
2 de marzo 2018.

Por Jorge Fernández.

La noche se aprestó rápidamente al regocijo que provocó la presencia de un músico virtuoso y lleno de energía positiva. El show de James Blunt no iba a ser demasiado extenso, sin embargo, en cuanto a calidad se refiere, los dedos resultaron estar siempre hacia arriba. Pero partamos desde el comienzo.

Cuando el reloj marcaba las nueve de la noche en punto, apareció en el escenario la artista nacional Cler Canifrú junto a toda su banda. Guitarra en mano, la cantante nos regaló parte de su música en una presentación que se desarrolló en treinta minutos y que incluyó un pequeño setlist donde, como siempre, destacaron grandes canciones, entre las que se cuentan “Piedras”, “West Point” y “Escorpiones”.

Exactamente una hora después. Ni un minuto más. Ni un minuto menos. Ese fue el instante en que James Blunt hizo su aparición en el escenario del Teatro Caupolicán y la algarabía del público no se hizo esperar. “Heart to Heart” fue la encargada de abrir el show y a esta le siguieron “I´ll Take Everything” y la reconocida “Wiseman”.

Luego de este poderoso tridente, llegó el turno de mostrar canciones pertenecientes a The Afterlove (2017), su último disco y el responsable de su regreso a nuestro país. Así fuimos escuchando canciones de alta factura entre las que destacaron “Time of Our Lives”, “Someone Singing Along” y la contagiosa “OK”, uno de sus últimos éxitos de gran popularidad.

Comúnmente se habla de este tremendo artista a partir de su tono armónico y el sucedáneo que otorga esto a todas sus canciones. En primera instancia, incluso, se puede hablar de una monotonía exacerbada. No obstante, James Blunt se encarga de romper estereotipos establecidos y de la misma forma en que abraza sus guitarras tras cada interpretación, tiene tiempo para compartir con sus fanáticos en primera fila, cambiarse al piano o al instrumento que se le cruce. Esto mismo es lo que hace que el público disfrute de su show de punta a cabo y no sólo con aquellas canciones ultra populares a nivel mundial como “1973” o “You´re Beatiful”, sino que con toda su batería cargada de éxitos de ayer y hoy. “Goodbye My Lover”, “High” y “Stay the Night” es solo una pequeña muestra de los maravillosos componentes que conforman su valioso arsenal melodioso.

El diseño escenográfico fue también un punto alto de la jornada. Menos es más dicen por ahí y la esencia minimalista de un fondo seco y colorido a partir de cada nueva canción, lo dejó en evidencia. A ratos se mostraba la ciudad, por momentos abrazábamos la quietud del océano, un fondo plagado de estrellas fugaces, siluetas de atardeceres o uno que otro espacio verde y natural. Sus videos musicales enmarcaron el fondo en más de una ocasión. También lo hicieron aquellas partículas de nieve que se desplazaban en sentido inverso, cual efecto musical en camino a lo más alto del cielo.

James Blunt nos entregó una noche mágica. Con baladas que marcan a sus fanáticos, con movimientos constantes en el escenario y con una banda de acompañamiento que funciona limpia y sin fisuras. La imagen los acompañaba y el sonido también. Cada letra se dulcificó cuando sus palabras transmitían una nueva y una antigua canción o sensación, pues para el final de su espectáculo, todo parecía coincidir.

Setlist Cler Canifrú:
Valle de Profetas
Piedras
Bandurrias
Dormida en la Nieve
West Point
Escorpiones
Viento Sucio

Setlist James Blunt:
Heart to Heart
I´ll Take Everything
Wiseman
Time of Our Lives
Someone Singing Along
Goodbye My Lover
High
Lose My Number
Carry you Home
Postcards
Make Me Better
You´re Beautiful
Same Mistake
Bartender
OK

Encore:
Stay the Night
1973
Bonfire Heart

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