Por Jorge Fernández.

Una banda emblemática de los años 90 y absolutamente vigente en la actualidad se acerca a pasos agigantados a nuestro país en el marco del festival Lollapalooza 2018. No es la primera ni de seguro será la última ocasión en que lo hagan. Sin embargo, lo cierto es que la efervescencia que genera Red Hot Chili Peppers en sus miles de fanáticos chilenos ha propiciado que la necesidad de verlos nuevamente sobre nuestros escenarios sea tanto o más potente que en sus visitas anteriores. Y es que estos californianos marcaron a fuego una época en que las colonias rockeras estaban a la orden del día, trayéndonos una esencia ochentera en que la fusión del funk con el rock se hizo insoslayable y placentera.

Hablar de los comienzos de RHCP es retroceder en el tiempo 35 largos años, en donde Anthony Kiedis y Michael “Flea” Balzary, miembros fundadores que aún permanecen activos en la banda, tiraron las primeras líneas de lo que sería esta tremenda agrupación que, incluso, ya tiene un lugar en el aclamado Rock and Roll Hall of Fame desde el 2011.

Esos locos años 80 son los que los vieron partir. Corría 1983 cuando Kiedis y Flea se embarcaban, junto con diversos músicos, para formar definitivamente la banda, entre los que destacaron, por cuestiones de permanencia, Jack Irons en batería y Hillel Slovak en guitarra. La poderosa adicción a las drogas que mantenía este último, provocó su muerte por sobredosis en 1988 y la inmediata salida de Irons por temor a estar en una banda donde sus amigos iban desapareciendo poco a poco.

A esas alturas, Red Hot ya contaba con tres discos de estudio de mediana profusión y llegada al público. Aún eran una banda del montón de agrupaciones que tienen buena acogida pero su estampa no se nota desde un poco más allá, pese a haber trabajado de la mano de, por ejemplo, figuras de la talla de George Clinton o Maceo Parker en el disco Freaky Styley de 1985.

Mother´s Milk (1989) sería el álbum bisagra que daría inicio a la consagración definitiva de los estadounidenses oriundos de Los Ángeles. En este disco, tras la dramática disolución del grupo y la reincorporación de Kiedis (quien estuvo un tiempo en rehabilitación, marcado principalmente por la muerte de su compañero), se sumaron a la banda dos excelentes músicos; Chad Smith en la batería, quien permanece desde la fecha en la banda y el carismático guitarrista John Frusciante, de participación intermitente en la banda, pero marcando real presencia pues, no de modo coincidente, lo hizo en momentos de gran esplendor musical en la carrera de la agrupación. De este disco surgen canciones adoradas por todos entre las que destacan “Higher Ground” cover de Stevie Wonder, “Taste the Pain” y “Knock Me Down”.

Millones de discos vendidos y la fama que llegaba a borbotones. Red Hot Chili Peppers se hacía un verdadero nombre en la industria y todo quedaba refrendado con la llegada de la nueva década. 1991, específicamente, año en que salió a la luz su espectacular álbum Blood Sugar Sex Magik, fue el trampolín definitivo para alcanzar un sitial que aún parecía lejano. De esta placa es que nacen canciones como “Suck My Kiss” y “Breaking the Girl” pero, por sobre todo, aparecen dos canciones que ya se consideran parte de sus clásicos: “Give It Way” y “Under the Bridge”.

Todo era miel sobre hojuelas. El éxito les sonreía y largas giras los mantenían completamente activos, sin embargo, en medio de toda esta exacerbada gloria, Frusciante decide dejar la banda por primera vez. Tras varios guitarristas es Dave Navarro (Ex Jane´s Adiction) quien toma la batuta hasta 1998, año en que regresa Frusciante.

En 1995 y con formación restituida, RHCP lanza One Hot Minute. El disco tiene una bajísima aceptación con respecto al anterior y la armonía que había en la interna de la banda, decantó de sobremanera. A la drogodependencia de Navarro, quien nunca llegó a sentirse del todo cómodo, y la recaída que tuvo el propio Kiedis, se sumaron fuertes críticas al estilo al cual sus canciones se habían volcado indefectiblemente debido a la ausencia de Frusciante, quien por esas mismas fechas, se había vuelto más propenso a la heroína y toda su vida iba cayendo en un agujero sin fondo. Pese a todo, el disco tiene grandes temas que han sido valorados conforme avanzan los años. Es así como cabe destacar canciones como “Warped”, “Aeroplane”, “My Friends” y “Coffee Shop” que hasta el día de hoy siguen apareciendo recurrentemente en los puestos de avanzada.

No se puede mencionar el estrellato mundial alcanzado por RHCP si no se habla directamente de uno de los mejores discos de rock de todos los tiempos. Si ya eran populares y reconocidos a nivel mundial, Californication (1999) fue un hito definitivo que dictaminó lo que eran, son y seguirán siendo. Las mentes de Frusciante y Kiedis se confabulaban una vez más y el resultado que la amalgama produjo fue la publicación del disco de la banda más vendido hasta la fecha. Entre temáticas que hablan de su ciudad natal misma, de las drogas y del mercado hollywoodense, RHCP destrozó las marcas registradas anteriormente con varios de los sencillos que fueron apareciendo en el mercado. Entre estos, merecen ser destacados, por su inmensa devoción popular, “Scar Tissue”, “Otherside”, “Around the World” y “Californication”.

De vuelta al ruedo en 2002, By the Way, fue el siguiente disco tras el indiscutidamente popular, Californication. La tarea era dura y así se lo hicieron notar tanto los críticos como la masa de fanáticos. Superar el éxito de su anterior placa era una tarea titánica que no lograron completar. Sin embargo, este es un disco a todas luces, maravilloso, continuo y equilibrado, que se puede escuchar de punta a cabo y vivir una experiencia musical única. Sin trabas ni adelantos, las canciones van fluyendo por un canal invisible y se trasladan a nuestro interior por medio de nuestros oídos atentos. “By the Way”, “The Zephir Song”, “Can´t Stop” y “Universally Speaking” son solo muestras de lo que el disco nos ha dejado como legado musical altisonante.

Tras discos recopilatorios y en vivo, lo nuevo de Red Hot Chili Peppers, luego de By the Way, llega recién el año 2006 con el disco Stadium Arcadium. Cuatro largos años de espera y el producto final no llamó tanto la atención, aunque estaba compuesto por 28 canciones nuevas. Sin embargo, la fama de los californianos y un gran acierto en unos cuantos sencillos, hizo que de igual manera permanecieran en los primeros puestos de las listas y en los premios más aclamados de la música. De este disco, destacan canciones como “Tell Me Baby”, “Snow (Hey Oh)”, tema muy recurrente en sus shows y “Dani California” con un simpático videoclip en que los integrantes de la banda imitan a otros artistas musicales como Nirvana, Sex Pistols, Misfits, David Bowie, Jimi Hendrix, entre otros.

Si la espera para llegar a Stadium Arcadium fue larga, la que siguió al próximo disco fue eterna. Y esto porque entremedio hubo un periodo de dos años aproximadamente en que RHCP dejó los escenarios, las salas de ensayo y el sello como grupo. Necesitaban tomar un descanso. Mucho se hablaba de una disolución apaciguada. Una llama que se apagaba lentamente, así quedó remarcado además con la noticia de que Frusciante nuevamente dejaba la banda por allá por el año 2008.

Sin embargo, aunque varios años después y ya entrada la nueva década, reaparecieron en gloria y majestad. Más majestad que gloria eso sí, ya que I´m With You (2011) no fue ni por cerca lo que habían cosechado hasta el momento con sus discos previos de las dos décadas pasadas. Desde la salida de Frusciante y hasta la fecha es Josh Klinghoffer quien está a cargo de la guitarra y la ausencia de uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos queda automáticamente visible tanto a nivel de composición de las letras como de los sonidos. Pero, como es tradición, esto no importa a los fanáticos más asiduos, ya que temas como “The Adventures of Rain Dance Maggie”, “Monarchy of Roses” y “Look Around” alcanzaron altos niveles de popularidad.

Un nuevo disco se aproximaba. Tras su placa anterior, hubo presentaciones en el Superbowl junto a Bruno Mars, visita a Chile, Argentina y Brasil en el marco de Lollapalooza en 2014, cambios de productor, filtraciones varias y una popularidad que se sostenía por medio de todos los discos anteriores. Pero aún queda más y ese más nació bajo el nombre de The Getaway (2016), un gran disco que los ha traído de vuelta con todo. “Dark Necessities”, “Go Robot”, “Sick Love” y “Goodbye Angels” han sido sus primeros sencillos en salir a la palestra y se nota que aún queda promoción para rato.

Los que amamos la música de Red Hot Chili Peppers estamos ansiosos por el regreso de la banda a nuestras fronteras. Sábado 17 de marzo es la fecha programada para la reunión en que prometen deleitarnos con toda la batería de éxitos que los han hecho mundialmente populares.

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