Por Bernardita Ponce

Hay despertares buenos, regulares y  malos, pero el de hoy fue muy triste. Lo primero que escucho en la mañana es: David Bowie murió. Se pasaron miles de escenas en mi cabeza, antes de prender mi celular y comenzar a leer lo que no quería creer, aún creía que podía ser solo una pesadilla.

Es así como la luz del maestro dejaba este mundo  y se esparcía a todo el universo para dejar un gran legado, David Bowie fallecía a los 69 años. “David Bowie ha muerto en paz hoy rodeado de su familia, después de una valiente lucha de 18 meses contra el cáncer. Mientras muchos de vosotros compartiréis la pérdida, pedimos respeto a la privacidad de la familia durante su tiempo de dolor”, así lo daban cuentas sus redes sociales oficiales.

El Mayor Tom, el Duque Blanco o como le quieran decir es uno de mis íconos musicales. Sus letras, su forma creativa de interpretar y componer siempre llamaron mi atención, desde muy pequeña su magia me acompañó  y  creció aún más cuando mi primo me llevó a verlo el año 97 en el Santiago Rock Festival. Yo, pequeña con 13 años, tenía frente mío a un ídolo musical, a un genio y en esa época aún no lo sabía bien.

Su carrera, que ha sido aclamada tanto por la crítica especializada y por gran parte de los artistas, está llena de matices, sonoridades y personajes creativos. No por menos le dicen el camaleón. Esa facilidad por innovar constantemente y transmitirnos mensajes no pararon hasta el día de su muerte. Si escuchamos con detención su último disco Blackstar podemos ver algunas señales, la nueva producción, que fue lanzada como siempre en el día de su cumpleaños, estrenó dos videoclips y en ambos hay mensajes.

El 7 de enero lanzaba el videoclip de «Lazarus», segundo single de Blackstar, con frases tan potentes como “mira aquí arriba, estoy en el cielo” y con imágenes de él con los ojos vendados y postrado en una cama de un manicomio, en una especie de despedida.

Bowie nos estaba diciendo adiós, con el que, sin duda,  ha sido una de sus mejores producciones. Única, transgresora y creativa, que nos dejaba  perplejos.  Sus más de 20 discos de estudio, con canciones «Space Oddity», «Rebel, Rebel», «Starman», «Changes» o «Ziggy Stardust»,  que siempre estarán en mi corazón y que ahora seguirán siendo parte de la  banda sonora de muchos de los cuales recordaremos su gran influencia musical.

Buen viaje maestro, ¡gracias por todo!

https://www.youtube.com/watch?v=cYMCLz5PQVw