Ego Kill Talent en Hard Rock Café: Cuando el talento mata al ego
15 de marzo 2018.

Por Rodrigo Guzmán.
Fotografía sacada del facebook de la banda: https://www.facebook.com/egokilltalent

Si bien, el Festival Lollapalooza busca siempre congregar diferentes estilos musicales dentro de su line up, los últimos años y versiones del certamen la prevalencia del pop, la electrónica y el rap, le han venido disputando hegemonía al viejo y querido rock. Sin embargo, el festival ideado por Perry Farrel, siempre mantiene como headliners a bandas consagradas dentro del espacio de las guitarras distorsionadas. Y en ese sentido, siempre se deja lugar para agrupaciones emergentes que, sin embargo, son dueñas de una propuesta particular. Y este es el caso del conjunto paulista Ego Kill Talent.

Si bien, la agrupación se formó apenas el año 2013, a estas alturas ya cuenta con tres EP y un larga duración publicado el año pasado. Asimismo, ya acumulan de un tiempo a esta parte, una interesante cantidad de horas sobre el escenario, pues han teloneado a Queens of the Stone Age junto a Foo Fighters, además de compartir con otros conjuntos emblemáticos como Sepultura y Korn. En nuestro país también acumulan experiencia previa, pues se presentaron el pasado 29 de octubre en el Festival Santiago Gets Louder (revisa aquí), junto a bandas como Megadeth y King Diamond, en un show tan intenso como el que brindaron anoche en Hard Rock Café.

A las 22:00 hrs, estaba todo dispuesto para dar inicio a una velada llena de riffs aplastantes, sin embargo, la producción de Lollapalooza tuvo una idea interesante: en la presentación de un conjunto particular, la puesta en escena de un telonero peculiar parecía ser lo indicado. Es de esta manera como Olhaberry inició su show de apertura, donde el galardonado ex-Magictwins, Jean Paul Olhaberry, presentó un espectáculo que empalmó ilusionismo y rock & roll en un solo número. A torso desnudo y con un cinto ceñido en la cabeza, Olhaberry hizo levitar mesas y otros artilugios al compás de su banda, quien propuso sonidos propios de una psicodelia de corte étnico. De esta manera, la propuesta se materializó en un singular y curioso show, que recordó en algo al célebre ilusionista Criss Angel, pero ahora desde una perspectiva menos oscura y más étnica, que buscaba resaltar el carácter chamánico de la magia de Jean Paul.

Luego de aquello, Ego Kill Talent subió al escenario a las 23:30 hrs, tal como estaba programado. El conjunto compuesto por Jean Dolabella (batería y guitarra), Jonathan Correa (voz), Raphael Miranda (batería, bajo), Niper Boaventura (guitarra, bajo), y Theo Van Der Loo (bajo, guitarra) dio inicio a su presentación con el frenético fill de “Just To Call you Mine”, para saturar de frecuencias explosivas cada rincón del atildado recinto. Tras los breves aplausos de una audiencia algo sorprendida, vino la interpretación de “Sublimated”, corte extraído de su LP y que bajo el influjo de un sincopado riff, donde el bajo vibra con un tono ronco simplemente delicioso, terminó de convencer a quienes a esa hora se encontraban en el lugar. Tras un breakdown potente, seguido de los correspondientes aplausos, se sucedieron sin complicación alguna “We All”, “The Searcher”, “Same Old Story”, “Old Love & Skulls” y “Heroes, Kings & Gods”, donde el groove se hizo presente en todo momento, provocando así una acotada, pero intensa oleada de headbanging entre los parroquianos más entusiastas.

Mientras los integrantes de EKT rotaban instrumentos, proyectando de esta manera compañerismo, fraternidad y suficiencia instrumental, se pusieron tras los amplificadores, los riff y arpegios algo más melódicos y sosegados de “Still Here” y “Last Ride”, cuyo reciente videoclip fue filmado en el Desierto de Atacama, confirmando así la fascinación que sienten los cariocas por el arenal y la montaña chilena.

Ya anticipando el fin de la velada, vino la presentación del último bloque de canciones, donde interpretaron “My Own Deceiver” y “There Will Be Blood”, para clausurar con broche de oro una presentación discreta, pero cargada de intensidad y entrega. La constante interacción del conjunto con su público y entre sus propios miembros, denotó un aura de complicidad constante con la audiencia y un vínculo especial entre ellos, elemento que caracteriza las presentaciones de Ego Kill Talent y que, sin duda, le imprimen un sello de intimidad y fraternidad.

Tal como lo mencionamos para el primer concierto de los paulistas, en los sonidos de EKT confluyen sin problemas influencias apreciables, que posan su personalidad bajo el alero de Pearl Jam y Kyuss. Sin embargo, los brasileños logran adoptar un sonido propio, pues proponen un sonido abrasivo y sincopado que los de Seattle no poseen, mientras que, a la vez, trabajan toda la melodía y sensibilidad que los californianos no desarrollaron jamás. En ese sentido, tanto la propuesta en vivo como en estudio de Ego Kill Talent, se advierte desde un tiempo a esta parte, como una agradable sorpresa que viene a revitalizar el rock & roll latinoamericano con fuerza y estilo. Por lo mismo, la región sigue dando frutos a un estilo globalmente algo adormecido entre pegadizos y masivos beats, sin embargo, todo parece indicar que al menos por estas tierras, el rock sigue muy vivo y muy ruidoso, razón por la cual hay que escuchar lo que a punta de riffs y cañonazos gritan los rockeros latinoamericanos con suficiencia, poder y profesión.

Setlist:
Just To Call you Mine
Sublimated
We All
The Searcher
Same Old Story
Old Love & Skulls
Heroes, Kings & Gods
Still Here
Last Ride
My Own Deceiver
There Will Be Blood