The Libertines: La ansiada reunión

Por Patricio López.

The libertines es de esas bandas reales, guitarras filosas y con letras directas, que llegaron a ocupar el espacio dejado por el Brit Pop de los ’90. El llamado “Brit Pop”, que tuvo como su punta de lanza a Stone Roses, que logró posicionar nuevamente a Reino Unido como el principal proveedor de música en el mundo a finales del año 89 y durante toda la década de los ’90. Luego, en la segunda mitad de esa decada, el estilo se volvió tan insípido, que pasó a ser solo pop, perdiendo la identidad.

A principios del 2000, The Libertines, compuesto por Pete Doherty, Carl Barat, John Hassall y Gary Powell graban su primer álbum, “Up the Bracket”, producido por el ex The Clash, Mick Jones. Directo, rápido y tan incansable como su propia puesta en escena lo posiciona dentro de los mejores discos editados el 2002. Letras duras y poéticamente crudas, hacen que Doherty defina a su banda de la siguiente manera “Dicen que Oasis es la voz de los vecindarios humildes. The Libertines es la voz de alguien a quien arrojaron al bote de la basura detrás de ese vecindario e intenta entender que día es”.

Su segundo álbum “The Libertines”, terminó catapultándolos a estar dentro de la élite del rock británico. Temas como “Can’t Stand Me Now”, «What Became of the Likely Lads», que hablan de la relación amor odio entre Barat y Doherty, “Music When The Lights Go Out” o «What Katie Did» que habla de su relación directa con la heroína (dicen que fue dedicada a su novia de ese momento Kate Moss), son un éxito, que los lleva a largas giras durante el año 2005. Lamentablemente, los excesos de Doherty llevaron a la banda a la separación. De ésta nace Dirty Pretty Things, de Barat con Powell y Babyshambles de Doherty.

En el año 2010 se reúnen para hacer un par de conciertos y el año 2015, con un Doherty rehabilitado lanzan “Anthems for Doomed Youth». Disco que los trae por nuestro país.

Si bien ya estuvieron en Chile Barat y Powell en el Club Amanda, la reunión de The Libertines para los fanáticos es un hito, ya que la química de Doherty y Barat en el escenario es única, que solo se puede explicar en una frase: De Culto.