Anita Tijoux en el Teatro Cariola: Música y discurso para despertar a las masas
25 de junio 2016.
Por Jorge Tello.
Fotografías por María Loreto Plaza.
Después de ciertos movimientos logísticos, finalmente se llevó a cabo el concierto de la rapera, músico, artista y con orgullo, gran embajadora nacional, Anita Tijoux, en una noche donde la masividad del público y la puesta en escena, fueron el frente perfecto para una jornada poderosa, al igual que las letras de Ana.
Eran pasadas las 21:00 hrs., cuando las luces del coliseo cesaron, para dar paso a la proyección en el telón de fondo del escenario, donde mostraron el resultado de los ganadores de las sesiones acústicas que Tijoux regaló dentro de un automóvil, donde el copiloto (Feliz ganador) disfrutaba de la interpretación y conducción de la ex vocalista de Makiza.
Cerca de las 21:20 hrs., los músicos en sus posiciones comenzaron a tocar el mismo tema que el video exhibido mostró, “Mi Verdad” entrando y cogiendo el micrófono Anita, desató la euforia de los asistentes. La banda compuesta por 7 músicos: 3 vientos, teclado y maquinas, 2 percusiones y una guitarra, dieron el sonido que cambió los antiguos beats y samples que en un inicio tuvo la carrera de Ana, logrando actualmente, uno más fresco, dinámico, cálido y potente, con músicos aplicados y compenetrados a cada canción.
El público del día de ayer fue transversal, donde los atuendos raperos eran escasos, dejando atrás aquellos recuerdos donde Anita lideraba junto a Seo2 el grupo Makiza, en aquel lanzamiento en la extinta discotheque Laberinto, donde tuve la suerte de haber asistido (… y no soy tan longevo, sólo que fui cuando era un adolescente), donde el rap estaba en su apogeo, con un público mayoritariamente más púber. Lo que me llamó la atención fue la cantidad de extranjeros que divisé, lo cual se explica a la gran carrera y reconocimiento internacional que goza Anita, lo que justifica aquella clasificación que le di anteriormente como embajadora, no sólo de nuestro país, sino también de nuestras raíces latinoamericanas que, han ido potenciando y evolucionando tanto en sonidos como en las letras dentro del repertorio de la artista.
Anita Tijoux es una mujer de calle, la cual la ha hecho consciente de lo que sucede en nuestro país, comprometida con causas tan propias como universales, como es la violencia en general, la violencia de género, la violencia hacia nuestros pueblos originarios y de muchas otras injusticias que pasan silenciándose pero que con discursos tan potentes como los de anoche, en una de las intervenciones que tuvo hacia el público, logra despertar o al menos pretende, a través de su arte y oratoria a las miles de personas que escuchan su música. Habló de las batallas sociales que hoy se llevan a cabo, que son compartidas en distintas regiones del mundo donde ella ha sido testigo de los montajes que ocurren acá y en otros lugares, para culpabilizar e incriminar a personas que son un estorbo para ciertos grupos oligárquicos, que terminan manejando los medios de comunicación para dar a entender sus verdades y no la objetividad que permitiría mejores convivencias, justicia y derecho para cada uno de nosotros, todo el discurso sucesivo a uno de sus temas más insignes: “Shock”, con un juego de luces rojas que simulaban balizas, siendo uno de los momentos altos del concierto.
Durante su entrega musical, fueron muchos sus éxitos interpretados, ya que, con sus dos décadas sobre los escenarios, Anita es una metralleta lírica aún y ha logrado posicionar una decena de canciones en el subconsciente de muchos, las cuales en su mayoría fueron repasadas anoche. “1977”, “A veces”, “Sacar la voz” y “Vengo”, fue parte de su repertorio, además de una versión muy buena de “En paro”, ésta vez acompañada en la parte final por el rapero nacional Portavoz.
Con una presentación de nivel internacional, la cual le ha valido numerosos reconocimientos en el extranjero, paracompañada de los músicos del colectivo Mapocho Orquesta, Anita finalizó su concierto con la canción “Somos Sur” la cual posee todos los pergaminos para haber sido la guinda de la torta, lo que sin dudas, selló una jornada distinta, una noche de música pero con conciencia, un discurso power propio de una artista como Ana Tijoux.
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