Boom Boom Kid celebró su cumpleaños en Centro Arte Alameda: un pequeño gigante del punk rock:
14 de enero 2017.

Por Bernardita Ovalle.
Fotografías por Álvaro Gauna.

Anoche un repleto Centro Arte Alameda se llenó de euforia para celebrar el cumpleaños del trasandino Carlos Rodríguez, más conocido como Boom Boom Kid, quien junto a su banda presentó dos shows consecutivos que fueron como una inyección de energía directamente a la vena.

Aunque Boom Boom Kid suele presentarse en nuestro país con frecuencia, anoche la razón de su visita transformó el encuentro en algo más especial. Cuarenta y cinco años cumplió el viernes 13 de enero, pero la vitalidad que derrocha fácilmente la podría envidiar cualquier veinteañero.

En la previa del show, algunos comenzaban a calentar motores con la infaltable compañía del alcohol, que también servía para apaciguar un poco el calor enardecedor que había adentro del recinto; otros, mientras, ya se agolpaban frente al escenario en busca de la mejor ubicación.

Con un poco de retraso, cerca de las 23 horas, aparecieron los músicos seguidos segundos más tarde por Boom Boom Kid, un hombre pequeño de estatura, pero de una presencia indiscutible. Comienzan con “I don’t mind”, seguido sin pausa por “Si esas paredes hablaran”, haciendo estallar al público entre saltos y gritos que no se detendrían más durante la noche.

Con un repaso del extenso repertorio de su carrera, que incluyó más de 50 temas, continuó el show que ya a esas alturas tenía extasiados a todos los presentes. Junto a canciones como “Brick by brick”, “She runaway” y “Julio” la noche se iba transformando en una fiesta de cumpleaños memorable.

Por supuesto dentro del setlist no podían faltar temas que todos esperaban de la extinta banda Fun People, que revive y se hace presente en cada presentación de Boom Boom Kid. Temas que evocaron toda la nostalgia punk rock noventero entre los más adultos, mientras que para algunos más audaces era el minuto para osar subir al escenario y así bailar y compartir el micrófono junto a su ídolo.

Boom Boom Kid es también conocido como Carlitos, Nekro o Il Carlo y sobre el escenario es tan versátil como lo son sus seudónimos. Sabe divertir y prender a su público, corre, salta, baila y mueve la cabeza sin parar desatando sus oxigenados dreadlocks que tanto lo han caracterizado desde el inicio de su carrera.

Canta tema tras tema casi sin respiro y con ellos es capaz de provocar desde una locura frenética en el púbico, que se bate entre el mosh y los saltos, a una tremenda emoción con sus temas más románticos.

Es que Nekro siempre tiene algo que decir: le canta al amor, reclama derechos o hace críticas sociales y pareciera que todos los presentes se sintieran plenamente identificados con cada una de sus letras.

Cerca de una hora y media duró el primer show, con un público ansioso por más, que se resistía a abandonar el lugar. Se extrañó ver a Carlitos surfeando en su tabla sobre las olas humanas, pero quizás el reducido espacio fue impedimento para la hazaña que ya se ha vuelto costumbre en sus shows.

Con un intertanto de no más de 40 minutos, se dio paso a la segunda presentación de la banda, que incluyó un recambio de público y un setlist diferente. Increíblemente Boom Boom Kid seguía con la misma energía y los músicos con la misma intensidad tocando hasta pasadas las 2 de la madrugada. Esta banda es imparable y la de anoche, debe ser una de las mejores celebraciones de cumpleaños que he presenciado en el último tiempo.

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