Miss Garrison en Bar El Clan: Groove, melodía y trance
19 de mayo 2017.

Por Rodrigo Guzmán.
Fotografías por Victor Santibañez.

La noche de ayer 19 de mayo fue de bajas temperaturas, bajas frecuencias y mucho delay. Y es que en el querido antro de Bombero Nuñez sobrevino un extraño, pero extático cóctel: Miss Garrison fue recibido en el clásico bar El Clan.

Partamos por el principio. Para quien no lo sepa Miss Garrison es un trío santiaguino compuesto por Francisca Straube (voz, batería, y teclado), Rodrigo de la Rivera (guitarra, sintetizadores y coros) y Tomás Pablo Rivera (bajo, sintetizadores y secuencias), que a la fecha han editado tres LP, un EP y dos discos de remixes. Si bien hoy la escena musical chilena está colmada de excelentes bandas de diferentes estilos (demostrando así que quizás sea esta, y no otra, la época dorada de la música nacional), Miss Garrison parece ser uno de sus exponentes más interesantes, fruto, sobre todo, de su portentosa mutación sonora y estilística, que los hizo transitar desde un sonido más bien electro-punk registrado en Tire y Empuje (2010) hacia una propuesta más sosegada, pero no menos intensa, cristalizada en Al sol de noche (2016), su última placa.

Dicho lo anterior, podemos volver al corazón de Bellavista. A las 00:16 el trío Rivera-Straube-Rivera, subió al escenario de un Clan atiborrado de público. No era para menos, pues la ecléctica banda chilena brindaba, por el momento, su último show en nuestro país, ya que se aprestan a realizar una gira intercontinental que los llevará a México y Europa. De esta manera, pasada ya la media noche, los Garrison abrían fuego con “El paso”, tema extraído de su última entrega Al sol de noche (2016). La interpretación inaugural de dicho corte marcó la dinámica de la presentación: Voces y guitarras colmadas de delays, bajos potentes y omnipresentes y secuencias rítmicas magnéticas, que congregaron maravillosamente el dub, el trip-hop y el dream pop. De dicho modo se conjugaron también “Love”, “Navegante”, “Pez”, una soberbia “Sueños” y “Terracota”. Sin embargo, la hipnosis a la que inducían dichos temas se vio alterada a ratos por los beats más acelerados de “Al sol de la noche”, “Land of aloha” y las percusiones de “Hey simio”, generando así un clima equilibrado y dinámico, a caballo entre el downtempo, el pop, el dance y un constante halo de psicodelia.

Miss Garrison es el producto de la conjugación armoniosa entre unas difuminadas frecuencias altas, cortesía de las incidentales, pero fundamentales, guitarras de R. de la Rivera y la voz de Fran Straube, mientras que las frecuencias bajas se encarnaron en los poderosos sintetizadores y bajos de Tomas Pablo Rivera, junto a la trabajada y depurada línea de percusiones interpretada por Straube. Todo esto dio un resultado pulido, un sonido compacto y afiatado, que se traducía en la actitud misma de los músicos sobre el escenario, donde se les vio cómodos y distendidos, toda vez que concentrados en los cuidados sonidos que proponían a una audiencia atenta y extasiada.

Por todo lo anterior, se entiende que Miss Garrison es una banda que gana mucho en vivo, sin obviar la calidad de sus álbumes de estudio, grabados en ciudades como Nueva York o Barcelona. De esta manera, el trío santiaguino demuestra que la electrónica en vivo, fuera de reproducir una mera pista pregrabada, se puede convertir en una experiencia musical rica y poderosa, pulida y trabajada. Es en esta misma línea que músicos como Kinética también descollan, en un género como el downtempo, que, francamente, no ha tenido mucha cabida en los escenarios nacionales. De esta, manera la puesta en vivo que proponen los Garrison se convierte en una experiencia absolutamente recomendable, pues si Ud. no gusta de la música más bien pausada, aunque ojo, Miss Garrison no es una banda exclusivamente downtempo, la próxima vez que toquen no se los pierda, quedará hipnotizado.

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