“Janis: Little girl blue” en Festival In-Edit Chile 2025: El deseo de ser amada

Por Ignacia Gutiérrez.

En los años 60, la escena musical del rock estaba completamente dominada por el género masculino, con las mujeres relegadas a roles de pareja y acompañamiento. Años antes, una joven y ya incipiente artista llamada Janis Joplin irrumpiría en el escenario, dotada de una voz que simulaba un rugido único en el rock psicodélico.

El documental, dirigido por Amy Berg, aborda las inseguridades de Janis por su aspecto físico, su rebeldía y sus preguntas sobre el mundo. A través de las cartas que escribía a sus seres queridos y, especialmente, a su familia, se narra el ascenso de una de las voces femeninas más icónicas de la historia. La premisa del proyecto audiovisual logra vislumbrar a la persona real que existía detrás de esa estrella, la cual lucía looks exagerados para compensar las motivaciones de su canto profundo y desgarrado de blues y rock.

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La cinta explora cómo la autodestrucción a la que la llevaron los cánones y la industria apagaron la voz de una chica que a lo largo de su vida solo deseó ser amada. Los aplausos se contraponían al consumo problemático de drogas duras como la heroína. Detrás de esas boas, toneladas de metal y grandes gafas de sol, se escondía una chica sensible. Tras ser víctima de bullying en la escuela secundaria por ser la antítesis de las jóvenes estadounidenses idealizadas en las revistas, Janis se refugió en la rebeldía y en proyectar una imagen de chica mala, aunque su naturaleza fuera completamente opuesta.

Sus amigos, sus compañeros de banda en los inicios de su carrera musical y sus hermanos menores, Laura y Michael, recuerdan momentos alegres, pero también melancólicos de su vida. Narran cómo la búsqueda de amor y libertad la llevó a recorrer el mundo persiguiendo romances y dando conciertos. Algunos de estos conciertos fueron desafortunados, marcados por su adicción, pero también hubo giras y presentaciones multitudinarias que quedaron grabadas en la memoria colectiva.

Con una estética visual hermosa que evoca las imágenes Kodak de los años 70 y un relato acompañado por Cat Power —quien, con un tono de voz más suave que la protagonista, lee el material epistolar—, este retrato íntimo y humano nos revela la verdadera cara de la estrella.