Por Francisco Aguilar A.
El esperado regreso de Kevin Johansen se vivirá en grande, con fechas en varias ciudades de nuestro país para disfrutar en vivo de “Quiero Mejor”.
Con su inconfundible estilo cargado de poesía, ironía y sensibilidad, Kevin Johansen llegará acompañado de su banda Feng Shui Project para presentar en vivo su más reciente álbum, un trabajo celebrado por la crítica y sus seguidores como una de las entregas más profundas y brillantes de su carrera.
Pudimos hablar de Kevin, de este y muchos otros temas. Todo el detalle a continuación:
Un gusto saludarte, Kevin. Para partir esta conversación, me gustaría saber de ti. Cuéntame un poco ¿cómo estás y de dónde nos recibes en esta llamada?
Bueno, estoy aquí en mi casa en Buenos Aires y, bueno, del otro lado de la cordillera, prontamente yendo hacia ustedes.
¿Cómo te agarra este 2025 tanto en lo personal como en lo artístico?
Bien, por suerte con mucho viaje, mucha cosa, eh, mucho proyecto incipiente también. Estoy con los chicos del proyecto The Feng Project, el cual voy a llevar para Chile con Quiero Mejor. Estamos ya embarcados en un siguiente disco. Es una suerte de, le digo cariñosamente, un side project. Eh, me hago el Damon Albarn y son como mis mini Gorillaz. Pero sí, la verdad que pegamos onda, como quien dice, y dijimos: “Bueno, vamos a embarcarnos a profundizar un poco este side project, The Feng Project, con un segundo disco”. Así que bueno, eso es lo más pronto que tengo.
Vengo de mucho viaje con el amigo Liniers, dibujante, con quien también tenemos otro side project, eh, con el cual nos embarcamos y hacemos cosas todo el tiempo. Y también estoy con un disco que seguramente verá la luz un poquito más adelante, fines del 2026, principio del 2027, que es el proyecto Condenada, la banda que me acompaña hace 25 años prácticamente. Y vamos a estar festejando varios aniversarios de discos: Sur o no Sur, Logo. Entonces, bueno, vamos a armar un disco bien festivo con los temas más conocidos y una mitad del disco con temas nuevos.
Hablemos de Quiero Mejor. Cuéntanos sobre este disco, ¿cómo fue el proceso creativo y si hubo alguna canción que te sorprendió un poco al componerla?
Sí, gratamente. La verdad que hubo varias sorpresas. Quiero Mejor es un disco prácticamente post-pandémico, en el sentido de que arrancamos grabándolo entre el 2022 y 2023, este, cuando salió el año pasado. Y hay canciones con invitados como Las Migas, que acaban de ganar su Grammy Latino por grupo flamenco, que cantan “Quiero Mejor” conmigo. Natalia Lafourcade canta en una canción llamada “Puntos Equidistantes”. El gran Nito Mestre canta “Era Ahora”, la canción, una balada que está en el disco. Así que tiene varias sorpresas en ese sentido y también formatos que me sorprendieron con canciones. Baladas un poco jazzeras. Trabajamos con un trío: Sergio Verdinelli en la batería, Roby Sitz y Hernán Jacinto en pianos. Entonces, tuvimos como un sonido por momentos en el disco bastante jazzero. Eh, y bueno, y con Panda Elliot y Coca Monte, quienes son los que llevan El Mejor Estudio. Ellos fueron los productores del disco y armaron un poco este Feng Project junto a Martín Adler y Lucho Milco, con quienes vamos a estar presentándolo en Chile ahora en estos días venideros.
Cuéntanos obre el Feng Project, ¿cómo ves tú qué aporta eso a tu sonido actual?
Creo que es un approach un poquito más refinado, si se quiere, o hasta experimental de lo que yo hago, ¿no? Creo que me agarra un poco más maduro y la parte festiva que tengo también con temas como “Guacamole” o “Comunidad Intelectual”. Si bien hacemos esos también durante este show, eh, que no puede faltar, el disco en sí, Quiero Mejor, tiene un approach más experimental, y creo que un poco más maduro en el sentido de buscar, belleza y esa cosa desgenerada que tengo, pero desde una mirada un poquito más sobria, quizás, ¿no?
El Feng habla un poco de buscar la armonía en un lugar, ¿no? En una zona. Eh, y también trabajé mucho en el término este políticamente correcto que es luchar contra la zona de confort y yo digo que hay que luchar a favor de la zona de confort. Entonces, buscando un poco el hecho creativo, ¿no? O sea, yo digo, cuando uno está en el living de su casa y tiene un rico vino y ha comido y está a gusto y quizás mirando una película o un buen partido de fútbol, eh, en mi caso que me gusta, eh, a veces ahí aparecen las ideas. El hecho creativo para mucha gente es en una zona de confort, ¿no? Después la zona de confort para cada uno es un mundo, hay gente que su zona de confort es levantarse a las 6 de la mañana y hacer ejercicio y están cómodos con eso. Hay escritores que son súper metódicos y a las 9 de la mañana hasta la 1 de la tarde están escribiendo y otros son más caóticos. Yo soy un poco más caótico y más noctámbulo, pero sin caer en vicios innecesarios, más allá de la comodidad. Creo que el hecho creativo te pide cierto bienestar. O sea, después uno puede discutir el tema de: “Bueno, uno necesita estar angustiado o necesita estar luchando con algo”. Eso es cierto. Hay un aspecto que tiene que ver con trabajar con tus demonios también, a veces abrazarlos, a veces rechazarlos, dependiendo el propósito creativo que tengas. Pero sí, el hecho creativo para mí es Dios, ¿no? Es encontrar una conexión con algo que realmente te moviliza tanto que quizás te permita conectar con otra persona, porque en realidad nosotros hacemos esto para conectar, ¿no? Entonces, ahí el Feng Project quizás intenta profundizar en esa conexión, en encontrar el milagro de un público, ¿no? De un público que te interprete.
Al hablar de tu discografía, tus discos siempre han mezclado géneros, distintos idiomas y distintos tipos de humor. ¿Sientes que en algún minuto todo ese cóctel de sensaciones o de opciones se volvió tu sello o es parte una experimentación?
Sí, fíjate que ahora están hablando de desgenerados. Cuando yo lo acuñé hace casi 15 o 20 años en España, porque me preguntaban: “¿Pero qué género haces, tío?”. Algún periodista español y ahí se me ocurrió decir desgenerado, porque en realidad la búsqueda es eterna, ¿no? Y el aprendizaje, sobre todo el aprendizaje, diría que es como permanente, Uno como cancionista, osea, yo soy profundamente cancionista. Uno aprende escuchando todo, y aparte los oídos son un orificio que no se cierra. Entonces, uno está expuesto a una cumbia cuando pasa un bus en la calle o bajaste al metro y de repente alguien está escuchando un reggaetón y uno está expuesto a esas cosas y a ver que los géneros en realidad están emparentados entre sí. Entonces, uno encuentra un parentesco entre una bachata y la milonga o uno encuentra folclore en algo supuestamente urbano. Y en ese sentido creo que el aprendizaje es constante. Yo busco aprender permanentemente para hacer una buena canción. Luego creo que está la responsabilidad de ponerle tu propia impronta. Aprehender y aprender con ‘H’, no tomar cosas que de repente te significan algo valioso para transformarlas en algo propio.
Recién me comentabas, y lo vemos en el disco, Quiero Mejor, que tiene varias colaboraciones como Las Migas, Natalia Lafourcade, Nito Mestre, etcétera. Cuéntame cómo se dieron, ¿nacen de unas amistad ya consolidadas o fueron cosas puntuales?
Si. De cruzarse. Yo creo que uno se va cruzando con artistas, puede ser hasta en un aeropuerto o en un ascensor, como me pasó con Nito Mestre, creo que en Rosario. Se abrió el ascensor y estaba Nito y me dice: “Hola, Kevin, ¿cómo estás?”. Y con esa humildad de los grandes, eh, dije: “Ah, además es una persona”. Y uno comprueba, ¿no?, que a veces los ídolos también son gente. Y la humildad de los grandes y todas esas cosas lindas. Pero sí, la verdad que con Natalia también nos hemos cruzado en la vida y pegado onda. Y de pronto, tengo tal canción que me gustaría probar. Y bueno: “Cuando la tengas lista, por favor, llámame”. Así que así surgió “Puntos X Distantes” y “Tuve B” también, la canción del disco anterior que se llama justamente “Tuve B” con Natalia.
Luego, con Las Migas también me las encontré aquí en Buenos Aires y estaban queriendo invitarme a cantar “Desde Que Te Perdí”, que tenían una versión así rumbera. Y bueno, uno después de un tiempo dice: “Ah, esta rumba que tengo, Quiero Mejor, claro, tiene que ir para Las Migas”, era como esa cosa lógica que sucede. Pero sí, siempre es un poco por feeling, y en ese sentido es interminable, ¿no? porque uno se encuentra con artistas a veces que son de tu mismo palo o a veces son desgenerados parecidos a uno y otras veces no. A veces son muy de un palo, ¿no? Las Migas son muy flamencas, muy de la rumba. Y encuentras un punto en común, como para colaborar con un artista.
¿Cómo ves hoy día la canción de autor como tal en un contexto tan dominado por algoritmos, playlists y música urbana?
Sí, es raro. Ahora en los premios no está tan valorada, me parece, perdiendo un poquito de presencia, No está en los eventos centrales, en horario central. Y creo que merece, en realidad la canción de autor merece estar en horario central en los grandes premios, porque me parece que es algo atemporal, es algo que atraviesa el tiempo y atraviesa los géneros, porque en realidad uno podría decir canción de autor no es solamente el modo cantautor, que a mí no me gusta tanto. Yo prefiero decir cancionista, cantautor me pareció siempre un poco pomposo. Podría ser hasta cantactor, ¿no? Este, pero la verdad es que prefiero cancionista. Y creo que dentro del género canción, porque la canción es un género que ya tiene su primer premio Nobel en Bob Dylan, además, es un género que abarca todos los géneros. Entonces, ahí sería interesante el día de mañana decir: “Bueno, vamos a hacer canción de autor”. Y entra uno de reguetón, entra uno de flamenco, entra uno de canción de autor, entra otro de pop, entra otro de rock. Y todos pueden entrar dentro del género canción de autor, porque todos son autores y todos son cancionistas. Así que, en ese sentido, yo creo que el género de autor debe ser nivelado de vuelta a un lugar preponderante, porque abarca todo.
Y sobre lo mismo, ¿hay algún músico o algo que te esté llamando la atención al día de hoy que nos pudieses recomendar?
Uy, siempre hay, siempre. O sea, yo creo que Chile, Argentina, Uruguay, el Cono Sur, siempre levantas una piedra y sale un talento, como puede ser una Mon Laferte, ¿no? y aparece alguien así como que de repente, bueno, se fue a México y todo, pero de Chile para el mundo, no se sabe. Así que en ese sentido creo que hay muchísimo talento.
Ahora acabo de hacer una canción para un disco de una folclorista joven, Maggie Cullen, que acaba de sacar un disco que se llama Décimas, eh, muy bonito. Y una canción que hice para ella que se llama “Corazonada”, eh, que está que está saliendo, está viendo la luz. Así que esa es muy una voz nueva de nuestro folclore y de nuestra canción de autor.
Hablemos de tu relación con Chile. Esta tiene una historia larga y con un público muy fiel acá. ¿Recuerdas tu primera vez tocando acá o alguna imagen que se te venga a la cabeza cuando piensas en venir a Chile?
Perfectamente me acuerdo. Claro. En el 2004 ya había pegado varias veces en el poste. Recuerdo en España que yo empecé a ir en el 2002, fines 2003, y había un promotor chileno que estaba interesado en llevarnos. Entonces, pegó en el poste un par de veces hasta que en el 2004 surgió la posibilidad de ir y tocar ahí en el Teatro Oriente. Y recuerdo que el promotor local decía: “Bueno, ojo que aquí la gente no te conoce tanto, quizás te parezcan un poco tranquilos o el público esté un poquito parco, eh, pero tranquilo porque no te conocen tanto”. Y cuando salí estaban revoleando las poleras, cantando las canciones a viva voz y cantando la “Cumbiera Intelectual” y “Desde Que Te Perdí”. Se sabían todas las letras. Así que la primera sensación que tuve con el público chileno como público fue de sentir como una nueva casa, ¿no? Un nuevo hogar para mi arte y sentirme interpretado, que es el sueño de todo músico: sentir que hay un público que te interpreta.
Luego, y anterior a eso, siempre menciono que mi madre me dio mucha música chilena. Prácticamente desde la cuna que escucho Violeta Parra, Víctor Jara, Quilapayún o Inti-Illimani. Después más tarde llegaban Los Jaivas, que mezclaban rock con folclore. Así que yo le debo mucho a la música chilena de haber escuchado y aprendido a hacer canciones gracias a esos grandes autores. Y después, bueno, de un tiempo a esta parte que una amiga, te muestren Chico Trujillo, ¿no? O de pronto, por supuesto, anteriormente a eso, escuchar desde Los Tres a La Ley o Los Prisioneros, no, pasando por varios géneros desgenerados del rock chileno. También he escuchado muchas cosas, desde Manuel García, Nano Stern y Javiera Parra y tantos otros autores. Ahora tengo un montón de gente joven, cantantes y compositores que me muestran su música y uno hace una colaboración con ellos. Así que el, Juanito Ayala, este, y tantos otros, ¿no?, que de pronto ahora justo con el Macha de Chico Trujillo estoy mostrándole una canción mía que tengo ganas de que escuche su voz, que ya hemos hecho una colaboración en un bolero que se llama “El Jardín del Desdén”, que que está en un disco, Mis Américas, eh, así que ya he colaborado con él, así que bueno.
Acercándonos a lo que van a ser tus conciertos en el Nescafé de las Artes, el 2 y 3 de diciembre. Cuéntanos, ¿cómo está armado el repertorio, buscas equilibrar los clásicos con material reciente?
Totalmente. Bueno, tenemos un setlist armado muy lindo, porque es el disco entero prácticamente, el Quiero Mejor, mechado con pan de marraqueta y con canciones clásicas, por supuesto, entonces vamos ahí un poco mostrando a la gente cosas nuevas y después cosas, algunas que conocen, alguna cosita nueva, alguna que no conocen, quizás alguna que no hayan escuchado nunca, que está en el disco Quiero Mejor. Y es realmente un placer hacerlo. Y dos de los responsables o irresponsables de la producción, Panda Elliot y Coca Monte, son una dupla, son socios, fueron los productores de Quiero Mejor. Me ayudaron a armar esta banda junto a Martín Adler en teclados y Lucho en batería.
Así que sí, es un es un show que me llena de orgullo porque tiene, creo que todas mis etapas y encima un disco nuevo. Así que eso van a van a poder disfrutar e ir descubriendo ahí el querido público de Santiago. También va a estar en otras ciudades de nuestro país, no sé, Viña, Frutillar, etcétera.
¿Hay algo que te guste en particular de Chile? ¿Alguna ciudad, algo que te llame mucho la atención cuando vienes?
Me gusta todo y me gusta su carrete y los anfitriones que son. Me gusta realmente que son muy anfitriones y que tienen como ese don de gente, ¿no? Y que la cultura es genial porque en el fútbol nos odiamos, ¿no? Pero la cultura, no. Siempre ustedes nos quieren ganar. Yo presencié la primera Copa América que ganaron ustedes y siempre cuento esto porque es muy gracioso. Porque yo soy fanático obviamente de de la selección Argentina y estaba muy ilusionado, pero me pasó una cosa muy genial en la primera Copa América. Fui al Estadio Nacional y justo delante mío anochecía y había un padre chileno con su hijo de 5 o 6 años, un hijo pequeño. Y lo veía al padre agarrándose la cabeza, nervioso con el partido e iba abrigando al niño, le iba poniendo una bufandita, le iba poniendo un gorrito y pucha, hacia el final del segundo tiempo yo ya quería que ganara Chile para que este padre dejara de sufrir.
Así que yo viví realmente esa alegría en las calles de Santiago con mucha empatía, de verdad puedo decirlo, no lo viví como un fanático de mi selección, pero creo que la cultura y la música nos unen. Así como el fútbol nos puede dividir, afortunadamente la cultura, el cine, la música, las actuaciones, todo tipo de arte nos unifica y cruza las fronteras, cruza las barreras. Así que en ese sentido creo que mi mensaje siempre es el de celebrar las diferencias. Imagínate yo con este nombre gringo que despista, siempre he sido como medio un incomprendido, que no es este mi talón de Aquiles ni mucho menos, sino que me río de eso. Digo, le erré al marketing y tendría que haberme puesto el Chango Johansen o Manu Johansen, algo más acriollado este como nombre, pero bueno, es lo que toca, ¿no? Entonces yo también he sufrido a veces que te hagan sentir como que eres diferente o y en realidad ser diferente también es algo positivo. Y creo que que abrazar, como decía Guillermo del Toro, este director que me gusta tanto cuando habla, que dice de que en tu vulnerabilidad también está tu poder, y abrazar eso y usarlo a favor. Así que creo que está implícita en mi música en gran parte. No tengo canciones como “Vecino” que hablan de la rivalidad de vecinos entre Uruguay o Argentina o entre Argentina y Chile o Chile y Perú, que siempre esas rivalidades estúpidas de vecinos cuando te falta verte a ti mismo en el otro, cuando te falta esa empatía. Siempre hay que recordar tenerla presente porque somos diferentes, pero tenemos que festejarlo, ¿no? y aprender del otro, porque el otro te puede enseñar cosas que que te sorprenderían, ¿no?
Ya para ir cerrando, cuéntanos, ¿qué es lo que se viene después de esta gira por Chile?. ¿Qué estás preparando? Me contabas ahí que ya estás con un nuevo disco. Danos un poco más de detalle.
Sí, seguimos con el Feng Project, un segundo disco que vamos a sacar este año venidero. Muy feliz con eso. Es también un disco que va experimentando la canción madura, por así decirlo, y tiene unas canciones preciosas que estoy con muchas ganas de mostrarle a la gente. Y después hay un acto celebratorio de De Nada, que cumplimos 25 años. Sur o No Sur cumple 25 años en el 2027 y Logo también cumple sus 20 años en el en el 2026. Así que estamos como armando un disco festivo con Los de Nada que seguramente tendrá canciones de las conocidas y también muchas canciones nuevas.


