Por Ignacia Gutíerrez.
Kevin Macdonald, director del documental, nos sitúa en la televisión de los años 70 a través de grabaciones telefónicas (interceptadas por el FBI) para narrar las vidas cruzadas de John y Yoko a lo largo de un año. Activismo político, protestas y los problemas de su vida en Estados Unidos, enfrentados a las amenazas de deportación por parte del gobierno de Nixon, son algunos de los momentos álgidos e íntimos que se exponen en este perfil de Lennon. Esta etapa culmina con la realización de su primer concierto solista en vivo tras la separación de The Beatles, titulado One to One.
El documental comienza en agosto de 1971, cuando John y Yoko se mudaron de Londres a Nueva York. Pasaron dieciocho meses viviendo en un pequeño apartamento en West Village. El registro audiovisual muestra cómo Lennon disfrutaba de la ciudad, apareciendo en programas de entrevistas mientras lidiaba con su vida después de ser parte de una de las bandas más fundamentales de la historia del rock. Un Lennon adicto a la televisión, columna vertebral de la estética del documental, se contrapone con la contracultura y la vanguardia que proponía la pareja más problemática de la época, quienes, a su vez, amaban descansar en su cama.

Macdonald logra reconstruir el apartamento, que por momentos se nos muestra como un vestigio de una época, desocupado y como el lugar donde alguna vez habitó una pareja. El director pone énfasis en el camino hacia la realización de los conciertos benéficos que Lennon ofreció en el Madison Square Garden con la Plastic Ono Elephant’s Memory Band el 30 de agosto de 1972. Este sería el último concierto de larga duración del artista.
Gracias a una remasterización de la música realizada especialmente para esta visualización, vemos interpretaciones magníficas como “Imagine” hacia el final de la película. También se retratan momentos importantes de la historia en los que Lennon fue partícipe: la reelección de Nixon, el levantamiento de la prisión de Attica, la aparición de Jerry Rubin en “Phil Donahue”, un anuncio de Ragu, el tiroteo de George Wallace y el regreso del exilio de Charlie Chaplin. A esto se le suma la vida más personal de Ono, quien ya se encontraba separada de su hija, Kyoko. La película muestra la vulnerabilidad de esta poderosa estrella de rock —que se transformó de un británico purista a un neoyorquino rebelde— al amar ver televisión.

