13 de diciembre 2025.
Por Diego Calderón.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
Un inesperado cambio de último minuto no fue impedimento para uno de los mejores shows del 2025. El escenario definitivo para el Festival Loserville fue el Estadio Santa Laura USEK en la comuna de Independencia. El recinto deportivo se llenó de gorros rojos como señal de unidad, identidad y resistencia a todos los obstáculos ajenos a la producción que tuvieron que sortear para que finalmente se concretara el festival.
Los encargados de abrir los fuegos fue la banda heredera del nu metal Slay Squad. Distorsión en la guitarra, gritos guturales y un DJ sobre el escenario lograron encender al público que los acompañaban alzando las manos alentando las rimas evocadas por los carismáticos Brahim Gousse y Keilo Kei. Incluso bajaron del escenario para cantar la última canción, provocando una especial conexión con sus oyentes. Tanto así, que una vez terminado su show, recorrieron la cancha del estadio Santa Laura saludando al público, aceptando fotos y creando una relación especial que continuaría durante la jornada.
Luego, de manera sorpresiva, aparece en el escenario el host del festival Fred Durst, saludando al público chileno, agradeciendo la participación de Slay Squad y presentado al próximo artista: Riff Raff. Con una base reproducida de manera ininterrumpida, el rapero texano recorrió diferentes matices entre el trap, pop y texturas más chill. Solo en el escenario supo demostrar su calidad al público chileno.
El siguiente turno fue para la artista emergente Ecca Vandal, quien mantiene solo un disco bajo el brazo y actualmente se encuentra promocionando su nuevo EP MOLLY. Musicalmente, destacó la potencia de sus composiciones, en fusión con ritmos afrolatinos y un timbre de voz particular. La sorpresa fue la invitación a Fred Durst para interpretar “Cruising to self soothe”. También hubo espacio para que Slay Squad volviera al escenario para potenciar la complicidad entre los artistas del festival y el enérgico público presente en el estadio Santa Laura.
Una de las bandas más esperadas del festival era 311. Y cumplieron con todas las expectativas. Desde el primer acorde de “Beautiful disaster” quedó en evidencia la experiencia sobre los escenarios, con más de 30 años de trayectoria. Pioneros del rock alternativo, con influencias desde el funk y hasta el reggae, fueron uno de los puntos altos de la jornada. Canciones como “Down” y “Amber” fueron coreadas y bailadas por todos. Nuevamente Fred Durst sube al escenario para compartir con la banda y participar de manera transversal en cada uno de los shows de Loserville. Una presentación sólida y una ejecución musical excelsa que provocan un deseo que regresen pronto a nuestro país.
Bullet for my Valentine fue la banda más pesada del festival. Algunos integrantes de la banda vestían poleras de Metallica y Cannibal Corpse, una declaración de principio de lo que se venía. Guitarras distorsionadas y afiladas, confeccionadas para la velocidad. También destaca el doble bombo de la batería de Jason Bowld y los gritos del bajista Jamie Mathias. El matiz lo entregaban los arpegios de la guitarra sin distorsión de Michael Paget, para luego aportar con un solo desquiciado y virtuoso. Una banda de metal consolidada que celebra sus 20 años de carrera y de su primer disco The Poison, demostrando sobre el escenario toda la potencia que los caracteriza.
Finalmente, el turno de Limp Bizkit. Previo a su presentación, se proyecta un sensible homenaje a Sam Rivers, bajista y fundador de la banda, quien falleció en octubre de este año debido a una grave enfermedad que lo aquejaba hace un tiempo. Cargada de emoción comienza una de las presentaciones que será recordada por años. “Break stuff” fue la escogida para abrir el show. El estadio se vino abajo cantando y saltando, se encendieron bengalas y hubo un descontrol catártico. Fred Durst invitó a Slay Squad al escenario para participar de la interpretación de este tema. Sin duda la banda que abrió el Loserville fue el mejor actor de reparto del festival.
La fiesta continuó con “Rollin’ (Air raid vehicle)”, “My way” y “My generation”, todos clásicos de más de 20 años. Para muchos era la primera vez que veían a Limp Bizkit en vivo, y para otros, fue un cariño al corazón del adolescente que creció en los 2000 con el nu metal. Otra conexión entre los artistas del festival fue la interpretación de la canción “Sabotage” de Beastie Boys, junto con Ecca Vandal.
Si Chile no se va a olvidar de este show de Limp Bizkit, la banda tampoco se olvidará de nuestro país. Durante la interpretación de “Full Nelson”, Durst sube al escenario a una adolescente con la bandera chilena. Rapean juntos, se desafían en el escenario y ella termina gritando como si fuera parte de la banda con la adrenalina a mil. Fue ovacionada.
Para cerrar, “Take a look around” fue la elegida. Y como regalo extra, la banda tocó nuevamente “Break stuff”. Todo el estadio tuvo la sensación de haber presenciado uno de los mejores shows del año. Energía desbordada, carisma de los músicos y un público sediento de soltar rabia y aprehensiones que el día a día no lo permite. Fred Durst nos invitó a una fiesta de perdedores, en donde no se encaja en un molde específico como el metal o el rap, sino que es un espacio diferente, donde se puede insultar, saltar y gritar como ritual de liberación.
Setlist Limp Bizkit:
Break stuff
Hot dog
Show me what you got
My generation
Rollin’ (Air raid vehicle)
My way
Boiler
Sabotage
Eat you alive
Behind blue eyes
Dad vibes
Nookie
Full Nelson
Faith
Take a look around
Break stuff